1-En una entrevista dijiste
textualmente: “Escribo como un animal”. Tienes más de 10 libros y muchos
premios. ¿Cómo escribe el animal Nielsen?
Mi actividad de escritor está
atada únicamente al deseo, lo que me provoca una gran felicidad. Manipular
lectores a distancia, a través de la prosa, hacerlos llorar o reír cuando a mí
se me antoja, es una victoria. Soy el cusquito que le chupa la mano al dueño
mientras piensa “vas a ver cómo, por esta boludez, me das de comer la comida
que quiero”.
2-Esta es también una frase
tuya:“¡Nunca una novela del yo! ¡Nunca
una de puro lenguaje! La verdad es que odio las novelas que te cuentan lo que
el escritor sufrió cuando su mujercita lo dejó. Odio las que son pura paja, con
argumentos minimalistas o sin argumento, por el propio placer de combinar
palabras. Sigo pensando, como Julio Verne o Conrad, que la ficción debe proveer
aventura.”
Simplemente
me cansan esos libros que son como desahogos personales. La vida de un escritor
generalmente es un bodrio. Salvo que viaje en el tiempo, se enamore de un
astronauta, pelee contra tiburones o levite sobre el fuego. Inclusive me
parecen bodrios los libros donde se cuenta cómo el escritor salió del closet o
se puso tetas o huevos. Que disfruten y ya, ¿o se operaron para contarlo? Los
bodrios de esta época de corrección política me parecen más bodrios que nunca.
Consejo a jóvenes escritores: cuando escriban traten de ser héroes por encima
de sus sexualidades y gustos personales que no le importan a nadie más que a
ustedes y a sus parejas.
3-Puesto a elegir ¿Cuento o
novela?
Cuento.
4-¿Puedes elegir uno de tus
libros como favorito? ¿Cuál sería?
El amor enfermo.
5- Dime lo primero que se
te ocurra:
-Playa quemada – ya
hay vastas cenizas de esa playa.
-La flor azteca – me
sirvió para conocer a varios prestidigitadores del ambiente.
- Saravia el personaje de El
amor enfermo – saravá, mi querido amigo.
- Berto
comparte una noche con Rosana Auschwitz, después de conocerla en un baile del
Club Israelita, y descubre que ella guardó su semen en el congelador de la
heladera. – Rosana es una mujer precavida.
6-¿Cómo eliges los nombres de
tus novelas y de los personajes?
Nuevo personaje, la hija de un
asesino peruano que se apellida Naque: Alma. No sé si escribirlo o dejarlo
pasar por bobada. Todo el tiempo el mismo asunto.
7- ¿Un personaje sin empatías
es descartable?
No debería existir.
8-¿Toda novela tiene que tener
sexo?
-
¡No! -gritó Nil.
9- Me interesa la moral a condición de que no
haya sermones, dijo Patricia Highsmith que tengo entendido es
una de tus escritoras preferidas. ¿Para ti que es la moral? Estoy pensando en
“Auschwitz”, uno de tus libros más fuerte, oscuro, difícil de leer y difícil de
dejar de leer y en Berto, ese personaje que condesa casi todos los males humanos.
Cuando tradujeron “Auschwitz”
al polaco el editor me mandó una sugerencia para la reescritura del capítulo en
el que Berto se garcha al pibe que tiene de rehén en su pieza. El editor fue
muy claro: en Polonia están muy mal vistas las violaciones a niños. Le contesté
que, salvo en el Vaticano y en todas las sucursales católicas del planeta
Tierra, el tema del sexo con menores siempre está mal visto. Y me negué a que
cortara algún párrafo, me parecía una idiotez. Le aposté un vodka Búfalo si
encontraba algún buen gesto hacia el prójimo en Berto, esa caricatura del odio.
Argumentó que dejar ese texto podía influir en las críticas, y hasta podían
prohibir el libro. A mí no me importó: había cobrado una suma por toda la
edición y ellos lo habían leído antes, qué tanta culpa a posteriori. Les
prohibí terminantemente que lo cortaran: si querían podían no publicarlo como
decisión unilateral que yo no iba a apelar. Pero la guita no se las iba a
devolver. Al final lo editaron y me mandaron mis diez ejemplares a casa. A
simple vista parece que no hubieran tocado nada (conté la misma cantidad de
frases). ¿Alguien del público sabe leer polaco?
10-Los premios, los concursos
y tú, tienen una historia de amor y odio. Digo, has ganado varios Premios, reconocidos
e importantes, entre ellos el Clarín de Novela y llevaste a la justicia un
fallo del Premio Planeta ¿Eres valiente? ¿Te preocupa lo que dicen de ti?
Soy valiente, claro. Y me veo
así con orgullo. Pero también me siento humilde -pocas cosas de las que hice
como arquitecto o como escritor me resultan realmente importantes o bellas- por
lo que jamás me verás escribir “Soy valiente, claro”.
12-¿Qué escribes ahora?
Sigo perfeccionando mi libro
de cuentos de fantasmas. Se lo dedico a Alejandro Sapognikoff, fino fantasma
favorito.
13-¿Qué
piensas del lenguaje inclusivo?
Lo
veo como moda. Tal vez un poco más simpática que otras, porque no se trata de
algo comercial sino existencial, aunque a la hora de los postres sea igual de
inútil. Hay reivindicaciones de género fundamentales: la del lenguaje es un
poco sonsa.
14-¿Todo tiempo pasado fue
mejor?
El pasado, en un mundo sin
memoria, no sirve prácticamente para nada. El futuro siempre es incierto.
Solamente queda disfrutar del presente. Empezando… ¡ya!
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