2.3.17

DDUM 558 / DEL BASTÓN Y OTROS DESENCUENTROS

https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif"Había quedado en encontrarme con mi padre en una esquina.  Llegué un poco antes a la cita de modo que pasé unos minutos  tratando de adivinar por dónde llegaría él.  A cierta distancia vi  un hombre bastante parecido, pero no era. Mi padre era alto, erguido y tenía bigotes; éste lucía más bajo, no tenía bigotes y además rengueaba.
Después sólo recuerdo mi desconcierto. Los bigotes eran tan blancos que se perdían en su rostro y me angustió no haber tenido registro de cuándo mi padre empezó a caminar con dificultad.  Vertiginosamente repasé los últimos encuentros. En el quincho, el tramo que va de la parrilla a la mesa  no era distancia suficiente como para advertir  su cambio de marcha.
Vinieron años de temer que se cayera, de sugerirle que usara un bastón. Mi padre no era alguien fácil de recibir ideas que tuvieran por razón que estaba más viejo.
Mi padre no era fácil.
Mi hermano Gabo puso fin a las cavilaciones y compró de parte de los hijos un bastón.
Pasaron varios años hasta que lo vimos usarlo. Pero poco. La mayor parte del tiempo estaba en algún rincón o prefería usar otro que había sido de su suegra.
Meses después de su muerte donamos este bastón para el monumento. Marca de desencuentros y de lo que el tiempo hace en nosotros."


Lidia Mindlin para el libro "Monumento".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario