Hola. Hoy vamos a ir rápido porque tengo un montón de cosas
que hacer. Pero les quería decir que adoré la reunión de anoche, con todo lo
informal que fue. Largamos con las credenciales que hizo Pablo para el grupo,
tomando ristretto de Cafezenda (el que compraba mi amigo el Sapo, fantasma que
sigue los movimientos de la Clínica desde el más allá) con la torta de ciruelas
Presidente que nos preparó la genia de Moira, y pasó por los siguientes estados
hasta ser migas:
¡La comimos toda! Gracias, doctora.
Después completamos la conferencia “Experiencia y ficción”,
de Shirley Jackson en la voz de Vicky, y leímos y analizamos el extraordinario
(y engañoso) relato “Siete tipos de ambigüedad”, incluido en el libro “Cuentos
escogidos”.
Al final leyeron Fabián y Mariano, dos cuentos excelentes.
El de Fabián es casi perfecto. Para mi gusto solamente debería entrar más de
lleno, le sobra toda la introducción y alguna frase suelta por ahí. Fabulosas
las críticas que le hizo Pablo: fueron dos, una mejor que la otra. Cambiarle el
título por uno metaliterario y concentrarte en la muerte como final potenciado.
¿Qué es la muerte sino eso? Acá se habla de una muerte infantil, a destiempo
pero real, y una muerte de la ingenuidad del protagonista, también real y a
destiempo, porque ya no es un niño.
Mariano sigue con la construcción de su libro a lo Rulfo, y
su Comala cada vez pinta mejor. El cuento que escribió está más logrado que el
anterior, que ya estaba más logrado que el anterior. Un climazo.
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