"El recuerdo que tengo es hermoso. Un taller tumultuoso. Estruendoso. Nos reíamos a carcajadas. Éramos muy punzantes a la hora de las críticas", dijo Marcelo Caruso, ganador del Premio Clarín Novela 2019 por Negro el dolor del mundo. Alejandra Kamiya recordó cuando asistía con su pequeño hijo de siete años y se ponía a jugar al ajedrez con el autor de El que tiene sed y Crónica de un iniciado. La periodista Gabriela Saidon rememoró su peculiar batisillón que incluía un atril y un estante para depositar libros. Muchos evocarán las arduas y extensas entrevistas a las que Abelardo los sometía antes de admitirlos al taller. Clara Anich contó como a los 19 años pasó por una charla de admisión de más de cuatro horas de duración.
Gustavo Nielsen compartirá algo distinto: nunca asistió al taller formalmente pero fue a algunos encuentros hasta que Abelardo lo echó luego de discutir con fervor: “Volví porque hacía mucho frío y me había olvidado la campera junto con un lápiz mecánico que adoraba”, apuntó."
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