“(…) hay que cuidarse de los maquilladores de muertos. Estoy seguro de que a ti te gustaría maquillarme. Los jóvenes como tú se acercan a los viejos porque les gusta que seamos viejos. Ser joven es una desventaja, no una cualidad. Eso deberías saberlo. Cuando yo era joven me sentía en desventaja, y ahora también. Ser viejo también es una desventaja. Porque los viejos somos débiles y necesitamos no solo de los halagos de los jóvenes, necesitamos, en el fondo, de su sangre. Un viejo necesita mucha sangre, escriba o no escriba novelas. Y tú tienes mucha sangre. Tal vez lo único que te sobra, ahora que te miro bien, es sangre.”
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