llevaba una peluca rubio platinada
el rostro arreglado y empolvado.
el lápiz labial
pintaba
en sus labios, enormes
labios rojos.
del cuello le colgaban algunas arrugas
pero era la dueña de un culo
que envidiarían las pendejas
y sus piernas estaban muy bien formadas.
usaba bombachas azules, las que bajé
y levantando su vestido y con la tevé titilando
se la puse de parado.
forcejeamos alrededor de la cama
(mis pensamientos: me estoy fifando una tumba, estoy
devolviéndole la vida a los muertos, maravilloso
tan maravilloso...
igual a comer aceitunas frías en la madrugada
mientras la mitad de la ciudad arde en llamas).
acabé.
muchachos, ustedes pueden quedarse con todas sus vírgenes
déjenme a mí las jovatas calientes en tacos altos
que poseen culos que se olvidan de envejecer.
por supuesto, después te despedís
o te emborrachás mucho
que viene a ser la misma
cosa.
chupamos vino durante horas y miramos tevé
y cuando nos metimos en la cama
a dormir el alcohol
ella no se sacó la dentadura postiza
en toda la noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario