20.9.05

WISTAWA SZYMBORSKA / LA REALIDAD EXIGE

La realidad exige
que lo digamos bien claro:
la vida sigue su curso.
Sucede así en Cannas, en Borodinó,
en los llanos de Kosovo y en Guernica.

Hay una estación de servicio
en una placita de Jericó,
hay bancos recién pintados
cerca de Bila Hora.
Las cartas van y vienen
entre Peral Harbour y Hastings,
pasa un camión de mudanza
bajo la mirada del león de Queronea
y sólo un frente atmosférico amenaza
los florecientes jardines cercanos a Verdún.

Hay tanto de Todo
que lo que hay de Nada queda muy bien tapado.
De los yates de Accio
llega la música
y en las cubiertas, al sol, las parejas bailan.

Siempre pasan tantas cosas
que seguro tienen que pasar en todas partes.
Donde hay piedra sobre piedra
habrá un carro de helados
cercado por los niños.

Donde estaba Hiroshima
de nuevo está Hiroshima
y se siguen produciendo
objetos de uso cotidiano.

No le faltan encantos a este mundo horroroso
ni tampoco amaneceres
para los que merece la pena despertar.

En los campos de Macejowice
la hierba es verde,
y en la hierba, como pasa siempre con la hierba,
el rocío, transparente.

Quizá no exista un lugar que no haya sido un campo de batalla,
los aún recordados,
los ya hoy olvidados,
bosques de abedules y bosques de cedros,
nieves y arenas, pantanos irisados
y barrancos de fracaso negro
donde en caso de urgencia
satisfacemos ahora nuestras necesidades.

Qué moraleja sale de todo esto: parece que ninguna.
Lo que de verdad sale es la sangre que se seca rápido
y siempre algunos ríos, algunas nubes.

En los trágicos valles
el viento se lleva los sombreros,
y es inevitable:
la imagen nos da risa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario