brótola a la romana
Se filetea la brótola recién extraída del agua y se le quita la piel. Salpimentar. Pasar por huevo batido con perejil picado. Enharinar. Para que sea más crocante, repetir el proceso. Echar en el aceite hirviendo 1 minuto o 2.
Acompañar con papas españolas.
besugo a la vasca
Cortar los besugos en rodajas. Salpimentar. Rebozarlas en harina y freirlos en abundante aceite hasta que las rodajas estén doradas. Saltear en otra cacerola 1 cabeza de ajo triturada, junto con 2 hojas de laurel. Retirar del fuego, sazonar con pimentón picante de Extremadura y 4 cucharadas de vinagre. Utilizar esta salsita para regar el besugo.
Acompañar con ensalada verde.
31.12.08
30.12.08
29.12.08
MICROESPACIO PARED / CARDUMEN
Nos gusta pescar. Y cuando pescamos nos gusta que un cardumen pase por debajo de nuestra embarcación. Es el momento de más pique. A veces salen los tres anzuelos cargados. Lo mejor de todo es cuando salen brótolas y besugos. Las brótolas las preparamos fritas, con perejil, y los besugos a la vasca.
Toda la pared debería ser un corte de mar con un cardumen.
NIELSEN dibuja los peces, MARSIGLIA los pone en el agua y les da un toque de color. Los peces amarillos son los que están en celo y los rojos los que tienen más hambre.
Toda la pared debería ser un corte de mar con un cardumen.
NIELSEN dibuja los peces, MARSIGLIA los pone en el agua y les da un toque de color. Los peces amarillos son los que están en celo y los rojos los que tienen más hambre.
26.12.08
25.12.08
24.12.08
23.12.08
MEMORIA MICROESPACIOS VIDRIERA / LA PLAYA

Nos gustan los paisajes primordiales. El bosque, la montaña, la playa. Cuando el bosque hace su entrada a la ciudad se minimaliza, reduciéndose y concentrándose en plazas. Cuando las montañas llegan a la ciudad se visualizan como edificios inalcanzables. ¿Y la playa? El único antecedente urbano que le conocemos es ser playa de estacionamiento. Deja mucho que desear. Aspiramos a más: a tener en pleno microcentro una verdadera minimización de una playa. Sin buscar la emulación, repudiando la copia o el epítome urbano.
Nuestra playa sobre la peatonal Florida es apenas el concepto artístico de una playa bonaerense, de una vacación. Para esto tomamos cinco elementos que nos gustan mucho: el mar, la arena, el caracol, la raya y el cangrejo. A partir de ellos organizamos otra playa, más parecida a la sensación veraniega de la niñez, que se pueda acomodar a la ciudad.
La lista inicial era, tal vez, más completa: había reposeras, sombrillas y tápers con huevos y sánguches de queso. Y gordas sentadas en la orilla, bañeros y gaviotas. Pero quisimos centrarnos solamente en cinco elementos, y repetirlos, y jugar con ellos. Al fin y al cabo es nuestra playa, la que nosotros venimos a soñar adentro de este espacio. Nuestra invención de playa en cinco términos. Adonde el mar puede colgar del techo y los caracoles subirse por las paredes.
TALIANO organiza el cielo y el mar, con sus nubes y sus olas a través de un elemento escultórico plástico, flexible, como un sistema vivo. NIELSEN dibuja los animales. TALIANO se ocupa de los cerramientos horizontales y NIELSEN de los verticales. Lo de TALIANO es la escultura y lo de NIELSEN el ploteado. Los medios son mínimos y se basan en la búsqueda de la menor cantidad de constantes dentro de la infinidad de variables, para luego encontrar el ritmo y la cadencia en la repetición.
La escultura de TALIANO es una red inmensa de cables amarillos y blancos, iluminada desde abajo por luces puntuales de color azul. Los ploteos de NIELSEN empapelan las paredes de piso a techo, como un telón divertido, de colores alegres. En el suelo se ubicará el sistema de luces que apuntan al mar, escondiendo la instalación mediante arena.
Con esto queremos provocar el placer de la gente. Que si van por la calle muertos de sol y preocupaciones y piensan “uia, qué ganas de estar un ratito en la playa”, digan, sin dudarlo: “me voy al ICI”.
22.12.08
MICROESPACIOS CCEBA
Perdimos la vidriera con Taliano y ganamos la pared con Marsiglia. Las ventajas de presentarse a dos puntas. Se trata de los concursos organizados por el CCEBA, ex ICI, para que los artistas les decoremos el bulín de la calle Florida. Ganar es un decir: la guita es exigua, tanto que no alcanza ni para pagar los materiales. Pero bué, bailemos aunque seas coja. Te agarro bien fuerte por la cintura y te aguanto la ortopedia en los giros, para que no se te salga con el frenesí.
Desde mañana en Milanesa, los dos trabajos.
Desde mañana en Milanesa, los dos trabajos.
19.12.08
EXILIO / DI RICHI
soy una cara desterrada
la vejez debe ser como esto:
palidecer
vaciar los ojos
y no volver a esperar nada bajo juramento
la vejez debe ser como esto:
palidecer
vaciar los ojos
y no volver a esperar nada bajo juramento
18.12.08
IGLESIA NUESTRO SAGRADO CORAZÓN ii / BARRACAS
17.12.08
IGLESIA NUESTRO SAGRADO CORAZÓN i / BARRACAS
16.12.08
SUS OJOS SE CERRARON / LIGEIA X NIL
Ligeia es la amada que vuelve.
Pobrecito este Poe que cuenta la historia en primera persona: se le mueren dos minas. A la morocha, Lady Ligeia, la quería mucho, aunque no le conocía el apellido. La conocía de contemplarla como a un paisaje y de escucharla tanto. Y sabemos que la acariciaba, y que se la garchó. Era algo así como su esposa, habla con ella de todos los saberes posibles de este mundo, comparte el lecho matrimonial con entusiasmo, pero jamás le ha preguntado su apellido. Le habrá resultado un detalle traído por los pelos.
Ligeia es tan blanca que a veces es transparente.
Cuando ella está muy enferma, le insiste a Poe para que le recite algo horrible, en lugar de pedirle palabras de aliento a la existencia. Él lo hace con gusto. En el deprimente poema, los ángeles terminan ponderando al Vencedor Gusano. Ligeia y Poe son entusiastas de las necrológicas. Se divierten en criptas jugando con huesitos. A ella le han hecho tan bien esas palabras finales que no duda en preguntarse si no se podrá vencer, alguna vez, a la pelada. Después se muere.
Pero la muerte para Ligeia no es definitiva.
Poe llora, Poe está desesperado, Poe se va a vivir a una abadía que compró con guita de la muerta. Y se casa de nuevo, esta vez con una rubia de tremendo apellido: Rowena Trevanion de Tremaine. Digamos que tiene apellido por las dos, por ella y por Ligeia. La cámara nupcial es gore: hay ataúdes, cortinas pesadillescas que se mueven solas, ruidos de ultratumba. Poe se rasca un poco las pulgas acerca de la decoración excesiva, pero sabemos que la ha preparado bien. Eso lo excita. Aunque a la rubia la deprime el terror. Entonces se bajonea y también se le muere. La rubita habría preferido escuchar poemas de amor.
Con el cadáver de Rowena en el cuarto, Poe sigue extrañando a Ligeia.
¡Cómo somos los hombres! Uno está con la nueva pero para exitarse se acuerda de la anterior. No importa si la nueva es más linda o más fea, más inteligente o más tonta; los hombres hacemos el amor con el pasado. Está lleno de casos en que las segundas esposas se parecen a las primeras, a veces tanto que diríamos que la resucitó de alguna parte. Que el tipo cavó en el ayer y la trajo.
Afortunado este Poe al que la muerte le devolvió una novia. Aunque se la devuelva desde el cuerpo de otra, durante el mismísimo velorio de la otra. Aunque pueda haber venido del más allá con vicios nuevos, extrañas costumbres en las que el cuento no reparará. Aunque en la trasposición de cuerpos hubiera incorporado genes de doble apellido a su simpleza nominal. Para nosotros, a los que nos gustan las cosas turbias, Poe es y será afortunado. Coge con una muerta que está viva y que regresó por él, para él. Imagino la primera pregunta que le hubiera hecho Cortázar, al verla otra vez de pie:
- ¿Cómo es, Lige?
A Poe le gustan las minitas bizarras, fantasmales, reencarnadas, con un poco de olor a momia, desnudas debajo de las vendas, adentro de cuartos sepulcrales que a cualquiera le meterían miedo.
Como un Gardel lóbrego, puede cantarle su mejor tango a la vera de las seis manijas.
Pobrecito este Poe que cuenta la historia en primera persona: se le mueren dos minas. A la morocha, Lady Ligeia, la quería mucho, aunque no le conocía el apellido. La conocía de contemplarla como a un paisaje y de escucharla tanto. Y sabemos que la acariciaba, y que se la garchó. Era algo así como su esposa, habla con ella de todos los saberes posibles de este mundo, comparte el lecho matrimonial con entusiasmo, pero jamás le ha preguntado su apellido. Le habrá resultado un detalle traído por los pelos.
Ligeia es tan blanca que a veces es transparente.
Cuando ella está muy enferma, le insiste a Poe para que le recite algo horrible, en lugar de pedirle palabras de aliento a la existencia. Él lo hace con gusto. En el deprimente poema, los ángeles terminan ponderando al Vencedor Gusano. Ligeia y Poe son entusiastas de las necrológicas. Se divierten en criptas jugando con huesitos. A ella le han hecho tan bien esas palabras finales que no duda en preguntarse si no se podrá vencer, alguna vez, a la pelada. Después se muere.
Pero la muerte para Ligeia no es definitiva.
Poe llora, Poe está desesperado, Poe se va a vivir a una abadía que compró con guita de la muerta. Y se casa de nuevo, esta vez con una rubia de tremendo apellido: Rowena Trevanion de Tremaine. Digamos que tiene apellido por las dos, por ella y por Ligeia. La cámara nupcial es gore: hay ataúdes, cortinas pesadillescas que se mueven solas, ruidos de ultratumba. Poe se rasca un poco las pulgas acerca de la decoración excesiva, pero sabemos que la ha preparado bien. Eso lo excita. Aunque a la rubia la deprime el terror. Entonces se bajonea y también se le muere. La rubita habría preferido escuchar poemas de amor.
Con el cadáver de Rowena en el cuarto, Poe sigue extrañando a Ligeia.
¡Cómo somos los hombres! Uno está con la nueva pero para exitarse se acuerda de la anterior. No importa si la nueva es más linda o más fea, más inteligente o más tonta; los hombres hacemos el amor con el pasado. Está lleno de casos en que las segundas esposas se parecen a las primeras, a veces tanto que diríamos que la resucitó de alguna parte. Que el tipo cavó en el ayer y la trajo.
Afortunado este Poe al que la muerte le devolvió una novia. Aunque se la devuelva desde el cuerpo de otra, durante el mismísimo velorio de la otra. Aunque pueda haber venido del más allá con vicios nuevos, extrañas costumbres en las que el cuento no reparará. Aunque en la trasposición de cuerpos hubiera incorporado genes de doble apellido a su simpleza nominal. Para nosotros, a los que nos gustan las cosas turbias, Poe es y será afortunado. Coge con una muerta que está viva y que regresó por él, para él. Imagino la primera pregunta que le hubiera hecho Cortázar, al verla otra vez de pie:
- ¿Cómo es, Lige?
A Poe le gustan las minitas bizarras, fantasmales, reencarnadas, con un poco de olor a momia, desnudas debajo de las vendas, adentro de cuartos sepulcrales que a cualquiera le meterían miedo.
Como un Gardel lóbrego, puede cantarle su mejor tango a la vera de las seis manijas.
15.12.08
CUENTOS COMPLETOS DE EDGAR ALLAN POE
En la célebre traducción de Cortázar, publicados por Páginas de Espuma y comentado por cuentistas latinoamericanos y españoles entre los que me encuentro. A mí me tocó Ligeia, mi preferido de siempre, por sorteo. Digamos que tengo mucha suerte. Más info sobre el libro en ADN.
Mañana a la mañana les posteo el textito, que me quedó re chupi.
Mañana a la mañana les posteo el textito, que me quedó re chupi.
12.12.08
MILANESA DE HORMIGÓN / ESCRITO EN LA MEMORIA

¿Qué recuerdan los monumentos a la memoria? Por ejemplo, la madre que llora mientras sostiene entre sus brazos a un hijo muerto. O la casita dada vuelta que está en el parque vecino a la Ciudad Universitaria. O el soldado con el pecho abierto de la estatua a los caídos por Malvinas, que vi por el centro. ¿Qué tipo de preocupación pueden instalar en el imaginario colectivo cuando ellas mismas son trágicas en su decodificación, patéticas y absurdas? ¿De qué modo tienen que graficar la tragedia los espacios adonde hubo genocidio por parte del Estado? ¿De manera figurativa, abstracta, simbólica? ¿La representación ingenua o literal de escenas del pasado sirve de algo? ¿Qué hay que hacer cuando se termina una guerra para recordar a los caídos? ¿Y si la guerra no fue guerra sino una matanza a manos del poder?
Muchas preguntas, muchos errores, pocas respuestas.
Jochen Gerz es un artista conceptual especializado en el horror de la guerra. Nacido en Berlín en 1940, vive en París desde 1966. En diciembre de 2004 visitó la Argentina invitado por el Malba, y solamente lo vimos veintipocas personas. Allí dijo cosas como que “el pasado político es el presente político” y “un pasado que no se volvió historia, porque hay un obstáculo que le impide hacerlo, está en caos”. Y el caos siempre es molesto para el crecimiento de una nación. Gerz define su trabajo artístico como “una participación para hacer público un secreto que cambiará el presente”. Ese secreto es el pasado oculto por un Estado. Gerz está convencido de algo: “El presente se libera cuando el pasado sale a la luz”.
¿Qué hace Gerz cuando le encargan un monumento para la memoria? Piensa. No retrata a nadie. No hace ningún plano. No modela en arcilla. A lo sumo manda faxes y relaciona gente con oficinas de gobierno. Y al final hace algo que no se ve, que nadie ve. Gerz cree que, por lo general, los monumentos para la memoria son mandados a hacer para que la gente se olvide del asunto. Para que esa madre que sostiene a su hijo muerto y el soldado baleado les digan: “Eh, ciudadanos, no piensen más en este problema; el recuerdo es nuestro trabajo”.
Gerz hace monumentos, pero odia los monumentos.
Sigue en RADAR, Página 12.
Muchas preguntas, muchos errores, pocas respuestas.
Jochen Gerz es un artista conceptual especializado en el horror de la guerra. Nacido en Berlín en 1940, vive en París desde 1966. En diciembre de 2004 visitó la Argentina invitado por el Malba, y solamente lo vimos veintipocas personas. Allí dijo cosas como que “el pasado político es el presente político” y “un pasado que no se volvió historia, porque hay un obstáculo que le impide hacerlo, está en caos”. Y el caos siempre es molesto para el crecimiento de una nación. Gerz define su trabajo artístico como “una participación para hacer público un secreto que cambiará el presente”. Ese secreto es el pasado oculto por un Estado. Gerz está convencido de algo: “El presente se libera cuando el pasado sale a la luz”.
¿Qué hace Gerz cuando le encargan un monumento para la memoria? Piensa. No retrata a nadie. No hace ningún plano. No modela en arcilla. A lo sumo manda faxes y relaciona gente con oficinas de gobierno. Y al final hace algo que no se ve, que nadie ve. Gerz cree que, por lo general, los monumentos para la memoria son mandados a hacer para que la gente se olvide del asunto. Para que esa madre que sostiene a su hijo muerto y el soldado baleado les digan: “Eh, ciudadanos, no piensen más en este problema; el recuerdo es nuestro trabajo”.
Gerz hace monumentos, pero odia los monumentos.
Sigue en RADAR, Página 12.
11.12.08
NUEVAS MATRICULADAS: ANTONIA Y CLARA

Milanesa con papas da la bienvenida al mundo de afuera de las panzas a dos nuevas arquitectas: Antonia Zolkwer y Clara Gallardo. Saludos y felicitaciones a sus madres y sus padres, socios de este blog.
Y que el CPAU les otorgue una matrícula de amor.
Y que el CPAU les otorgue una matrícula de amor.
10.12.08
ESTAREMOS ACÁ / GALLARDO, NIELSEN, ZOLKWER, ARQUITECTOS
Presentando nuestro proyecto ganador del primer premio en el Oasis Urbano Magaldi - Unamuno.Pasaremos nuestro pauer point hit parede con música de "We are the champions" y cánticos alusivos de la barra brava de Huracán.
Barracas sigue en alza en la SCA.
9.12.08
8.12.08
ELLOS / LA VOZ DEL INTERIOR
Un mejicano llamado Miranda me promete que puedo hacer un montón de guita en Internet.
–¿Tienes una cámara digital?
–Tengo –le digo.
–¿Sabes sacar fotos?
–Sé –le digo, y le paso la dirección de Milanesa con papas, mi blog, para que vea.
Me recomienda que me despierte a las 7 de la mañana y salga a fotografiar mi ciudad hasta el mediodía. A un amigo de él, en Puerto Vallarta, le han pagado 3.600 dólares por un amanecer. Hago el cálculo: es el equivalente en plata a unas 65 columnas de éstas. Inmediatamente agarro la cámara y salgo a fotografiar Barracas. Mientras enfoco puentes oxidados y tanques viejos pienso en dos cosas: igual voy a seguir escribiendo esta columna, aunque sea como un hobby, y también pienso que Barracas no se parece en nada a Puerto Vallarta. Cuando regreso a casa, después de que un policía casi me confisca la cámara por no tener carné de fotógrafo y de que unos chorros me la quieran robar, le escribo al mejicano diciendo que ya está, que las tengo. "A dónde las mando". Entonces me envía un mail que dice que por la dirección me tiene que cobrar. Que no vale 3.600 dólares. Pero vale 59,99.
(El resto de la nota en el diario cordobés.)
–¿Tienes una cámara digital?
–Tengo –le digo.
–¿Sabes sacar fotos?
–Sé –le digo, y le paso la dirección de Milanesa con papas, mi blog, para que vea.
Me recomienda que me despierte a las 7 de la mañana y salga a fotografiar mi ciudad hasta el mediodía. A un amigo de él, en Puerto Vallarta, le han pagado 3.600 dólares por un amanecer. Hago el cálculo: es el equivalente en plata a unas 65 columnas de éstas. Inmediatamente agarro la cámara y salgo a fotografiar Barracas. Mientras enfoco puentes oxidados y tanques viejos pienso en dos cosas: igual voy a seguir escribiendo esta columna, aunque sea como un hobby, y también pienso que Barracas no se parece en nada a Puerto Vallarta. Cuando regreso a casa, después de que un policía casi me confisca la cámara por no tener carné de fotógrafo y de que unos chorros me la quieran robar, le escribo al mejicano diciendo que ya está, que las tengo. "A dónde las mando". Entonces me envía un mail que dice que por la dirección me tiene que cobrar. Que no vale 3.600 dólares. Pero vale 59,99.
(El resto de la nota en el diario cordobés.)
5.12.08
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