Esta realidad sucede en You Tube. Yo aparezco un poco nervioso al principio, pero es porque estaba pasando gente y había invitados que me saludaban. El video tiene dos partes que no están cortadas: al fin de mi exposición solista, improvisada para esperar a que lleguen todos -la del profesor Nil, por decirlo así (muejeje diría otro profesor, Neurus, tan admirado)- digo, al final de mi exposición pasa un minuto insoportable en que yo corro los muebles, barro el piso, baldeo y encero la plataforma para que pueda subir la reina Shua, capa total. Y ahí viene lo bueno, con su texto dicho, con sus preguntas amables. Besos, que les guste mucho. Y disculpen todos los esteeeeee, eh, y otras muletillas que se me escapan todo el tiempo, pero no soy un orador, sino un escritor, y bastante atropellado. Todavía lleno de ideas pero dubitativo y olvidadizo a la hora de expresarlas. En el territorio del habla me gustaría ser "flaca y alta" como Martín Kohan, aunque salgo petisa y morruda en el libro, dijo Anmarie Shuít en el video, y casi casi me condena. Pero al final me salvo; feliz culminación como en todas mis novelas.
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