“Es Pushkin quien crea y manifiesta la identidad nacional. En Rusia, la literatura, la arquitectura, la pintura, la moda, todo venía de Francia, espejo de idioma y de costumbres cultivados y copiados por la nobleza. Es Pushkin quien, de un modo inmediato, natural y estético, rompe esa tradición. La lengua de la aristocracia rusa era el francés. No existía una lengua literaria rusa: Pushkin la crea. Del idioma ruso: “No había ni una gramática ni una ortografía establecida y muchas palabras abstractas carecían de una definición precisa” (Figes). Incluso le pasa a Pushkin que, en la adolescencia, cuando empieza a escribir en ruso, tiene que averiguar el significado de algunas palabras, porque no las conocía bien. Se trata de una lengua que no ha tenido roce con la literatura, ni con la filosofía, ni con la ciencia: una lengua depreciada, propia, según los nobles, de la clase vulgar. Tomar la lengua rusa, transfigurarla en lengua literaria y llevarla a su más alta expresión poética es el patrimonio que Pushkin dejará a los escritores que lo siguieron. Porque es él quien redime la lengua rusa.
Este exilio de su propio
idioma en la única clase educada del país puede parecer algo increíble hoy,
pero era natural. Cito el tema en dos ejemplos que da Tolstói. En Guerra y
paz: cuando ya es inminente la entrada de Napoleón en Moscú y el pueblo en
las calles está ansioso por luchar, en una reunión de nobles un personaje dice:
“¿Han oído ustedes que el príncipe Galitzin ha tomado un profesor de ruso? Está
aprendiendo ruso… ¿Comienza a volverse peligroso hablar en francés en las
calles?” Y en Anna Karenina, en una escena doméstica en la que Dolly
reprende a su hija porque no encuentra una palabra en francés, le hace pensar a
Levin: “¿Por qué habla en francés con sus hijos? Es tan afectado y antinatural.
Y los niños lo perciben. Aprenden francés y se olvidan de la sinceridad”.
Simplificando: para la nobleza educada, es decir, el diez por ciento de la
población, no existía la lengua rusa; el otro noventa por ciento era
analfabeto.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario