En la última Clínica de cuentos del Galpón
Estudio tuvimos la generosa visita de Claudia Piñeiro. Leímos todo “Quién no”
como tarea para el hogar y “Salsa Carina” en presencia de ella. Personalmente
me gustan mucho los dos primeros cuentos, “Lo de papá” y “Dos valijas”, que ya
habían sido estudiados por aquí cuando salieron en Verano 12. También me gustan
“Claro y contundente”, “El abuelo Martín” y “Lo mejor de vos”. Gran libro.
Comimos empanadas de carne y bebimos malbec.
Ella estuvo impecable, como siempre. Nos leyó
una crónica que quedó afuera del volumen (justamente por ser más crónica que
cuento), que habla de un pueblo de Galicia y de dos mares. Y de su abuela, y de
su papá cuando era un gurrumín. Nos explicó
cómo pensaba y fabricaba sus novelas. Respondió a todas las preguntas que le
hicimos. Firmó libros a los presentes. Fue muy bueno tenerla, una emoción.
Después seguimos con el
taller. Leyeron Mariana, María y Lili. Día de mujeres en el Galpón Estudio.
Mariana además nos regaló la noticia del segundo lugar que acaba de obtener en
el III Premio Nacional Literario S.E.G.A. – Miramar 2018, en microcuento. La
publicaron y ganó plata. Difundo su joyita por acá:
“Despedida
Corrí desesperado. Al llegar, vi a mi fiel amigo
inmóvil sobre su sangre.
Pronto la mañana se llenó de gente, de sirenas, de
voces superpuestas. Todos preguntando qué pasó, cómo.
Yo intenté explicarles, pero nadie me entendió,
como es natural.
Así que me eché a su lado y lo lamí, como siempre.
Hasta que alguien me tomó en brazos y preguntó qué hacemos con el perro.”
El miércoles 28 se termina la sexta
temporada. Viene saliendo todo muy bien, así que no puede fallar en el final,
que es propiamente una festichola. Yo pongo la carne y el carbón, el pimpón y
el metegol. Ustedes traen la picada, el pan, las ensaladas, vino, gaseosas, cervezas, sodas, lo que quieran. Pónganse de acuerdo por
meil, porfa. De los dulces se ocupará nuestra repostera estrella, la arquitecta
Moira Sanjurjo. Al evento están invitados los cuatro escritores que vinieron a
leer: Belén Wedeltoft, Guillermo Martínez, Mariano Quirós y Clau, más nuestro
querido dibujante Edu Sobico.
Para terminar me gustaría poder decir, como
Barthes en su célebre lección inaugural de la cátedra de semiología literaria
del Collège de France, que lo que venimos haciendo por Chacarita, durante los
últimos tres años, es la construcción de un pequeño saber, en nuestra humilde
investigación de tantos miércoles a la noche. Adoro el final de su discurso
desde mis dieciséis:
“Hay una edad en la que se enseña lo que se
sabe; pero inmediatamente viene otra en la que se enseña lo que no se sabe: eso
se llama investigar. Quizás ahora
arriba la edad de otra experiencia: la de desaprender,
de dejar trabajar la recomposición imprevisible que el olvido impone a la
sedimentación de los saberes, de las culturas, de las creencias que uno ha
atravesado. Esta experiencia tiene un nombre ilustre y pasado de moda, que
osaré tomar aquí sin complejos, en la encrucijada misma de su etimología: Sapientia: ningún poder, un poco de
prudente saber y el máximo posible de sabor”.
A eso aspiramos, tal vez. A una dulce sapientia a lo Roland, aunque sea
así de pequeñita.
Habrá séptima Clínica el año que viene.
Promesa.
Como un pan, con mucho mimo y cuidado amasamos y dejamos levar cada módulo. Cada uno de los seis módulos creció y horneamos en tu taller. Panes que nos quedan en cuentos cada vez mejor escritos, en amigos y risas. Pero este sexto módulo explotó por los aires. Ha sido un lujo desmesurado. Fue distinto por los pequeños cambios que lo enriquecieron y por las visitas gigantes. También nos dice que llegó el final. Espero ansioso el nuevo formato para el año que viene. Muchas gracias querido maestro.
ResponderBorrarSe ve que estás haciendo pan dulce. ¿Cuántos salieron esta vez? ¿Seis, siete?
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