7.4.17

INFORME DE LA QUINTA REUNIÓN DE LA CLÍNICA / TEMPORADA TRES

“Si ustedes quisieran hacer algo amable, como mimarse a sí mismos, en medio del tráfago de la terrible escritura, tomen un libro cualquiera que les parezca atractivo y tírense a leer en un diván en la tarde calurosa. Luego se dejan adormecer y, pasado un ratito, se despertarán renovados y escribirán algo lindo, fuerte, ingenioso.” Eso le pasaba a Alicia Steinberg mientras escribía “La selva”, su gran novela confesional. Lo detalla en “Aprender a escribir”, un libro precioso.  Yo le agregaría “de cuentos” al libro despejador de Alicia. No hay como leer un buen cuento, sirve para descansar y también y al mismo tiempo para despertarse.
El miércoles pasado leí “Un hombre bueno es difícil de encontrar”, de la genia de Flannery O`Connor. Quedamos estremecidos, como siempre queda uno cuando acaba ese texto. Me sé la última línea de diálogo de memoria:

“-  Cállate, Bobby Lee –dijo el Desequilibrado-. No hay verdadero placer en la vida.”

Juro que cito sin mirar. La línea me quedó grabada a los trece años cuando la leí por vez primera en la revista de Abelardo Castillo y Liliana Heker, “El Ornitorrinco”.
También leí “El cárabo” (antes de que lo busquen, es una especie de lechuza) de la española Sara Mesa, para ejemplificar qué significa entrar a un bosque, perderse en un bosque a lo David Linch. Todo para colaborar con el buen cuento de Jonatan, un joven que se presentó a la Clínica como un aprendiz, pero ya está mostrando las garras. Leyeron también Fabián, su cuento “Cruz” (Fabián tiene una voz, eso es importante; solamente debería limar un poco el sarcasmo, a veces se le va la mano, sobre todo en los remates) y por último Fernando, un cuento que todavía está en el aire, pero que generó una poderosa discusión sobre trama. Muy buenas las acotaciones de Flavia y de Claudia. Ahí salió el tema de Rashomón, la película de Akira Kurosawa, y Fabián envió uno de los cuentos de Akutagawa que sirvieron de base:


El otro es el que le da el nombre a la peli:


Comimos el riquísimo marquisse de chocolate que nos convidó la arquitecta Moira Sanjurjo. Impecable, como siempre. Moi está empecinada en endulzarnos los primeros miércoles de cada mes con sus amorosas exquisiteces de repostería gourmet. La vamos a dejar que haga, nomás.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario