Lo de hoy fue una cena completa. Fernando Espinosa aportó la tarta de bróccoli, queso y chorizo colorado. Manjar salado. Moira Sanjurjo, nuestra repostera profesional, aportó una tortita de ciruelas que estaba de rechupete. Manjar dulce. Gracias a ambos.
Debido al cuento de Fernando se armó la clase diferenciando una crónica de un cuento. Para ilustrar la situación leí "Mi gato", de Hebe Uhart y "El espectáculo comienza cuando usted llega", de Roland Topor. Crónica y cuento respectivamente. Y a los que quieran seguir haciendo crónicas les recomendé el taller de Josefina Licitra, una de las mejores en el tema. Y los que quieran escribir cuentos, que sigan conmigo en la Clínica del Galpón Estudio.
Además leyó Belén y les presenté un gran cuento del nicaragüense Sergio Ramírez: "Charles Atlas también muere". El tiempo voló.
La próxima es la última clase completa (porque la doce es un asadito); tendremos que exprimirla para que entren el cuento de Pablo, el de Fabián, otro de Fernando y uno muy corto de Vanina.
Va reflexión sobre el taller en general. Nos juntamos, leemos, tratamos de aprender algo. Puede que lo que devolvemos (en acepción eufemistica de vomitamos) sean cuentos, pero lo que comemos tiende a la poesía.
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