8.3.07

MARINA SERRANO / LA MUJER DE LOS PERROS

Muere.
Cinco horas muerta.
Hombres que trabajan de eso
la resucitan,
el chofer conduce,
las consecuencias quizá sean analizadas
mas adelante.

Está dañada. Nadie la reclama

Un olor profundo impregna
las paredes de su casa,
las cosas llevan ya
demasiado tiempo quietas.
¿Morirán sus perros encerrados?

La intuban
¿Para qué?

la cubren
con telas azules, ligeramente celestes,
la sangre estalla en la incisión,
apenas se apoya el filo
se abre el anillo traqueal,
anexos la nariz, la boca,
la garganta
acumulan saliva inútil.

Mantienen el orificio abierto
con la pinza mosquito,
introducen el tubo
¿Para qué?

y las paredes de la terapia
se borronean.

Camino al corredor
llego ciega a las manos de una enfermera vieja.
Me acomoda en una silla y me pregunta:
¿Desayunaste, nena?

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