31.7.25

DÉCIMO SEGUNDA JORNADA CUENTÍSTICA, SEGUNDO CURSO / GALPÓN MARATÓN, ESTUDIO PICNIC

Vicky llegó a este taller y lo primero que dijo, después de verme interactuar el día uno corrigiendo y leyendo, fue: “sos un buen mecánico de cuentos”. Es el mejor elogio que me puede decir un tallerista, porque la clínica está para eso. Reparación, balanceo y alineación de relatos, y reparación nuestra también, un poco, en nuestros balanceos existenciales. Da gusto estar con un grupo que entiende eso, y trabaja para sostener esta fidelidad/felicidad necesaria en las actividades que tanto nos involucran en lo emocional, como la escritura. Se agradece.

Leyeron Mariano, Fabiana, Pablo, Lili y Jonatan. La verdad es que están escribiendo muy bien. Todos recibieron alguna crítica que luego verán si les sirve o no, más alguna que otra recomendación. Repartí unos libros que obsequiaron Chernov y Suárez, más uno de Rodrigo Urquiola Flores, escritor paceño, del que señalo especialmente “Ashley” y “Dysneyworld” (así, con la primera i griega).

Cenamos como dioses. El picnic que nos dimos esta vez fue epítome de las mejores comidas anteriores: hubo salmón gravlax, hubo carnecita mechada, hubo medialunas rellenas con jamón y queso, pan casero de centeno, un Malbec Catena Zapata DV y otro Navarro Correa cabernet Sauvignon reserva. De postre marquise de chocolate, torta de ricota, masas finas, palmeritas, rafaelos y ferreros con café. Banquetazo de despedida.

Y es despedida porque entramos en receso escolar. Siempre quise decir esa dupla de palabrejas, receso-escolar, pero para alguien que no tiene hijos es difícil encontrarle un lugar en las conversaciones. Llamémoslo recreo o vacaciones de invierno, en las que aprovecharemos para pensar personajes y parlamentos para la obra teatral que vamos a emprender en el siguiente paso, más una idea de Lili que rescató de otro tiempo en la que le gustaría volver a hacer un ejercicio de reescritura de alguna leyenda argentina, como hicimos cuando vino Jorge Acame. Ella prometió buscar la leyenda apropiada en su enciclopedia de monstruos argentinos, la de Berta E. Vidal de Battini, editada por la Secretaría de Cultura de la Nación en épocas mejores a las actuales. También le vamos a copiar a Fabián Casas, de su Taller Asintomático, el ejercicio de análisis de poemas narrativos, que en su caso lo hacen con “Dantesco”, de Roberta Iannamico y “Epifanía” de Ted Hughes, marido de Sylvia Plath. Son poemas larguísimos, llenos de significados para escarbar. Le vamos a dedicar el ejercicio al viejo Viel Temperley, un favorito de nuestra clínica.

Ya tengo ganas de empezar de nuevo con todas estas cosas. Los vuelvo a ver por acá el miércoles 3 de septiembre a las 20. Les dejo de regalo, por privado, el cuento “Circo”, de Franco Molinari, gran escritor todavía inédito, pero que perfila como un namber uán. Besos muchos.


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