2.11.18

MI DEVOLUCIÓN EN DEMOLICIÓN / CONSTRUCCIÓN

Hace doce años que no escribía una novela que me gustara. Cuentos sí, eso no lo perdí. Cuando lean el libro que saldrá próximamente en Obloshka podrán verificarlo. Pero llegué a pensar que podía haber extraviado la capacidad de escribir novelas, esa concentración maravillosa, larga, exacta, que hay que tener. Sobre todo para el tipo de novelas que escribo: con mecánica de ciencia por detrás y panoramas complejos. Y muchos personajes, realidades paralelas, viajes en el tiempo, gravedad cuántica, duplicaciones. Suelo complicarla, además, con problemas sociales. ¡Nunca una novela del yo! ¡Nunca una de puro lenguaje! La verdad es que odio las novelas que te cuentan lo que el escritor sufrió cuando su mujercita lo dejó. Odio las que son pura paja, con argumentos minimalistas o sin argumento, por el propio placer de combinar palabras. Sigo pensando, como Julio Verne o Conrad, que la ficción debe proveer aventura.

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