Ojalá estos libros no existieran, no tuvieran razón de ser. Pero mientras haya genocidios en el mundo, deberán publicarse. Es nuestra obligación leerlos, escribirlos, difundirlos. Ojalá —digo, quise decir— no existieran los genocidios en el mundo.
Mariano Saravia es licenciado en Comunicación porla UNCy periodista especializado en derechos humanos. Escribió “El grito armenio” sobre la masacre perpetrada a ese pueblo y su lucha por el reconocimiento, “La sombra azul”, un relato sobre la represión en Córdoba durante la dictadura, y “Genocidios argentinos del siglo XX”, que publicó el año pasado la editorial Raíz de dos. Este último empieza con una malograda cita de Luciano Benjamín Menéndez: “Por suerte las Fuerzas Armadas sanmartinianas habían exterminado a la población indígena y de esta manera se crea una Argentina blanca y culta”.
Mariano Saravia es licenciado en Comunicación porla UNCy periodista especializado en derechos humanos. Escribió “El grito armenio” sobre la masacre perpetrada a ese pueblo y su lucha por el reconocimiento, “La sombra azul”, un relato sobre la represión en Córdoba durante la dictadura, y “Genocidios argentinos del siglo XX”, que publicó el año pasado la editorial Raíz de dos. Este último empieza con una malograda cita de Luciano Benjamín Menéndez: “Por suerte las Fuerzas Armadas sanmartinianas habían exterminado a la población indígena y de esta manera se crea una Argentina blanca y culta”.
También dijo, en la misma conferencia, que aplaudía su histórico accionar por “no permitir que a nuestro país entraran inmigrantes de raza negra, lo cual evitó que se reprodujeran, de lo contrariola Argentinasería como Brasil o Uruguay”. Mierda de tipo que se llena la boca con San Martín, un verdadero respetuoso de los pueblos originarios y afroamericanos, que le ayudaron a liberar patrias. Genocidio es el intento de eliminar a un grupo humano por cualquier motivo, desde un Estado que apela para ello al terror.
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