6.8.09
LA DIMENSIÓN OCULTA II / EDWARD T. HALL
Es muy grande la sensibilidad del hombre a la debida orientación espacial, conocimiento bastante vinculado con la supervivencia y el sano juicio. Ser desorientado en lo espacial es ser psicótico. La diferencia entre obrar con velocidad de reflejo y tener que detenerse a pensar en un apuro puede equivaler a la diferencia entre la vida y la muerte, y esta regla se aplica lo mismo al conductor que trata de buscar su camino entre el tráfico y al roedor que huye de los depredadores. Observa Lewis Mumford que la uniforme cuadrícula de nuestras ciudades hace a los extraños sentirse tan a gusto como si fueran antiguos habitantes. Los norteamericanos que se han acostumbrado a esa norma suelen sentirse frustrados cuando hallan algo diferente. Es difícil que se sientan como en su casa en las capitales europeas que no siguen una traza tan simple. Los que viajan y viven en el extranjero suelen perderse en ellas. Un aspecto interesante de esas quejas revela la relación entre trazado y persona. Casi sin excepción, el recién llegado adopta tonos y palabras que indican cómo se siente personalmente insultado, como si la población tuviera algo contra él. Es común que la gente acostumbrada a la trama urbana de estrella radial de los franceses o a la retícula cuadrangular romana se sientan a disgusto en un lugar como Japón, donde toda la norma es básicamente diferente. En realidad, si quisiéramos exponer dos sistemas opuestos, difícilmente hallaríamos dos más contrarios. El sistema europeo subraya las líneas y les pone nombres; el japonés trata los puntos de intersección, olvidándose de las líneas. En Japón ponen nombres a las intersecciones, no a las calles. Las casas, en lugar de estar relacionadas en el espacio, lo están en el tiempo, y se numeran según el orden en que fueron construidas. La norma japonesa pone de relieve las jerarquías que se forman en torno a los centros; la traza norteamericana tiene su fenómeno final en la uniformidad de los suburbios, porque un número a lo largo de una serie es lo mismo que cualquier otro. En una vecindad japonesa, la primera casa construida es un constante recordatorio a los residentes de la casa 20 que la 1 estuvo allí primero.
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