Me refiero a un concurso de Oasis Urbano. El de la plazoleta Discépolo, pulmón de la manzana Butteler, por Caseros y Avenida La Plata. Lo ganó un amigo, el buen arquitecto Fernando Molina con el seudónimo EL CICLÓN. Colaboró su mujer, la arquitecta Maria Paola Zini. Igual, como es la tradición milanésica, voy a mostrar el nuestro. Para los que digan "uh, qué plomazo", les aviso que seré breve: tres posts, nomás. Lo juro.
El desafío de ese concurso era poner los estacionamientos, que rompían con el diseño tradicional de la plaza. Y nosotros, Max, Ramiro y yo (también con los mismos colaboradores de Magaldi- Unamuno), preferimos respetar lo existente. Nos gustan más -en el caso de estas placitas barriales- los diseños que acompañan y mejoran lo que ya está hecho que los diseños sustitutivos. Pero acá no había otra manera que sustituir el todo por algo distinto, porque los coches no entraban, o escribir un manifiesto de renuncia, que es lo que hicimos. Entre los trabajos seleccionados que solucionaban el problema vehicular, el de Fernando y Paola era el mejor, lejos.
Desde Milanesa le enviamos nuestras felicitaciones más ruidosas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario