en mis años de zombie
yo pasaba la cera
arriba y abajo de la casa
que ardía
pero no se quemaba
lejos de ahí
la mujer holograma
se ponía zapatos de taco
y ganaba dinero
pero nadie dormía en esos tiempos
juegos de mesa
un tufo a filicidio
y cuando ya no había adonde más pasar la lengua
la señora vacía tomaba la rejilla
y limpiaba los restos de vidrio molido
cada noche
este es un cuento de hadas
por eso desconfío tanto de las apariciones
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