¿Soy esto que tus ojos se están llevando?
Miserable manada, chamusquina de las horas, en la
marca de la creciente
roja
bajo los árboles dirá: “Hermana mía, eras tan suave,
yo temblaba en tus brazos como un dios sin duración”.
- ¿Para quién deja ella caer
sus mascarillas aspiradas, acá y allá, dando pasos como
vidas incontables a ninguna parte?
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