8.2.07

BOLIVIA DEMOLICIONES

Me había caído bien Sergio Di Nucci en la entrega del Premio La Nación 2006. No parecía un escritor. Donó la plata del premio a la comunidad boliviana, y borró su propio nombre de la tapa de su libro. "Un anti Piglia", pensé. Y también, con verguenza: "un anti Nielsen". ¿Hay escritores sin egos? "Bueno, tal vez haya uno".

Hoy le revocaron el premio porque copió un largo fragmento de "Nada", la novela de Carmen Laforet de 1944. Di Nucci aceptó los cargos diciendo que no quiso ocultar la fuente, aunque no la nombró y dejó que las páginas parecieran suyas. Sus argumentos suenan vacíos y torpes. Con razón estaba tan nervioso en la entrega de premios; con razón se escondió tanto, primero con un seudónimo en el libro y desapareciendo de la prensa, después. Sergio Di Nucci es un vulgar ladrón. Un plagiero. No parecía escritor, porque no es escritor.

En solidaridad con Carlos Fuentes, Tomás Eloy Martínez, Griselda Gambaro, Luis Chitarroni y Hugo Beccacece dejo de vacacionar unos minutos para postear: No queremos a este farsante en la literatura argentina.

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