16.10.25

EPISODIO 19 DE LA CLÍNICA DE CUENTOS DEL GALPÓN ESTUDIO / BIZZIO EL VICIO

 

Como un par de amables payadores, Sergio Bizzio nos recitó anoche “Dos nenitas” y yo le contesté con “VII”. Los dos son poemas suyos, el primero está en la plaqueta “Paraguay”, el segundo en “Gran salón con piano”.


Pensaba que estar mal es esto:

“…la luna, falsa en todas sus fases,

una humareda aplastada las nubes,

un velero de velas nipón, niponas…”

un crawl, por esos fracasos del lenguaje,

cuando una sombrilla empezó a rodar hacia la

          / costa

seguida por una rubiecita de gorro azul,

 

y vi una pelirroja de 5 años en el agua

(del mar, casi al mismo tiempo) con una vincha

          /dorada

y una pulsera fosforescente en el

tobillo, donde podía leerse one

cada vez que saltaba las antipáticas

y limpias olas sin espuma y

 

me dije: “A lo mejor son las mujeres que amé,

de nuevo nacidas. Si puedo confiar

en la primera impresión, ellas

reestablecieron el equilibrio del día.

¿Por qué levantar contra el viento

La estúpida cabeza?”

 

Recité mi parte de memoria:

 

No encuentro haber hecho nada

para ganarme un odio tan atroz.

Mi vida es tan corta, y eterno

el infame círculo que domina este músculo,

esta ceniza. Debieran ustedes amarme. Siempre

habrá sombra después de luz.

Se inclina. Vuestro servidor.

 

También cambiamos figuritas marca “El ornitorrinco” de cuando teníamos dieciséis y veinte, y Abelardo y Sylvia nos publicaron cuento y poema en el mismo número tres. Él salió en la página 19, yo en la 11. Va mañana en posteo aparte.

Después simplemente hablamos de literatura y de escritores. Nos contó de su encuentro con Roa Bastos y por qué le hizo perder su trabajo en la televisión. Nos contó de sus incursiones en el teatro junto a Guebel, y que salió encantado de la adaptación de “Rabia” que hizo su amigo Tolcachir. Hablamos de Hitchcock, de Mondongo, de extraterrestres y de Kafka (citó el cuento “Blumberg, el solterón” con un extraño episodio con pelotitas de pimpón que no dejan de saltar vamos por él). Hablamos del comienzo de “El increíble hombre menguante”: un acto totalmente trivial de la naturaleza, con una nube radioactiva que le cambia la vida al personaje. Esto sucede de manera similar en “¿Quieres ser John Malkovich?”. El tipo abre una puerta y es chupado a otra dimensión.

“¿Cuál es la explicación?”, se pregunta Bizzio. “Nada, no hay. La literatura se vuelve mala al explicarla. Es lo peor que se puede hacer cuando narrás.”

Bizzio jura que no le hace mal el cigarrillo; “los argentinos nos sentimos mal por lo que aspiramos de los caños de escape y por la comida industrializada. Es peor que te comas un paquete de Óreo a que te fumes diez cigarros por día”. También jura conocer a un amigo de un amigo que se curó el asma bronquial fumando tabaco negro.

Otras cosas que dijo:

“Todo puede pasar siempre, un cuento se va transformando. Sé adónde voy, sé dónde termina, pero a veces no encuentro la línea final. Entonces empiezo a cambiar y a cambiar. Ya no escribo más poesía, ahora los poemas los meto ahí, en los finales de los cuentos y en cualquier otra parte en las novelas.”

“Cien años atrás un cuento tenía que tener cien páginas. Hoy Aira le llama novelas a textos de treinta y cinco páginas. Novelitas, dice.”

“Me gustan todos los géneros, la paso bien en todas partes. Tengo libros más realistas y más dadaístas, de nosense. Pero si lo publiqué, si salió, fue porque me gustó.”

“Corregir es como pasar la lengua por la espuma del licuado” (este es un párrafo típico de Bizzio: no sabemos si está bien, no sabemos si es correcto, solo demuestra que él está disfrutando de la edición y lo dice de una manera atractiva, hermosa. Queremos a este muchacho demente).

“Nunca investigo sobre ningún tema. Prefiero inventar. No tengo ningún miedo con el disparate. Tengo más miedo con el verosímil que con lo que no es. Equivocarme en lo literario me da chispazos de felicidad. Bienvenidos sean los errores: son parte de mi familia.”


Mis novelas preferidas de Sergio son “Era el cielo”, “En esa época” y “Rabia”. Mis cuentos preferidos, “Sí, sí” y “Por la espalda”. Bizzio es un tipo que se divierte escribiendo, y eso se transmite a la lectura y a su modo empático y franco de dirigirse a los demás.

Cenamos empanadas con vinos varios y los postres exquisitos a los que nos tienen acostumbrados Lili y Fabián. Hubiéramos seguido mucho más tiempo, pero lamentablemente a las 22:47:23 dato de la Nasa un OVNI abdujo al escritor, y se terminó la visita.



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