Estuvimos presentes en la proyección de “El Ariston”, documental de Gerardo Panero, en los Ateliers de Bonet de la calle Suipacha. El gran Hernán Bisman dirigió el evento auspiciado por la UCA, y su socio Pablo Engelman el interesantísimo debate que vino después, en el que se habló de patrimonio y ciudad. Estuvo genial, panzada de arquitectura moderna. Además hubo vino, sanguchitos de miga y pochoclos. Con Moira fuimos en calidad de actores, ella como diva de Jólivud se llevó un gran aplauso final (el documental debería llamarse "El Ariston y Moi”, por la cantidad de tiempo que sale en escena y la calidad al soportar primerísimos primeros planos en pantalla gigante). Y yo, buéh, qué puedo decir sin sonrojarme. Hice de arquitecto y de escritor, dos papeles en los que me manejo como un pez en un vasito de agua (sin ahogarme, pero sin ir demasiado lejos tampoco). Gracias a los nombrados, a Norberto Feal por su cordura y a Carlos Freysselinard por su locura, a Gustavo Dieguez por la compañía, a Princess Sassón por las fotos y a Guille Kliczkowski por la charla. Salimos pipí cucú junto a Magalí Marazzo, para que nos envidie Huguito desde Madriz.
Cuando “El Ariston” estrene en el Gaumont, quiero que vengan los seguidores de la Milanga en patota, como invitados. Va a ser para septiembre u octubre, lo programaremos con tiempo y lealtad. Gracias y besos.
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