MESA SALADA
Anoche como hacía calor salimos al parque del Galpón,
tendimos un mantel en el césped e hicimos nuestro tercer picnic jipi a la luz
de la luna. Para el salado contamos con unas medialunas con queso derretido que trajo Pati, una picada de La Tablita con un dip de crema y otro de paté picante
que trajo Pablo, palitos y más palitos de diferentes quesos que aportaron Vicky
y Pablo, más una tortilla española que cocinó Fabiana. Todo regado con un Malbec
cosecha especial de Colección Privada que trajo Mariano. A las nueve y media
soltamos al pollo para que se comiera las migas y poder pasar a la mesa dulce.
Leímos un cuento que nadie nombra de “El llano en llamas”: “El
día del derrumbe”. Con esos personajes ásperos, un poco simpáticos pero
finalmente horribles a los que nos tiene acostumbrados Juan Rulfo. Se lo tenía
prometido a Mariano, al final pudimos ubicarlo anoche. También leímos “El
calcetín”, de Lydia Davis, por sugerencia de Fabiana, y nos encantó. Mariano
dijo que solía relatarle a sus alumnos del secundario un microcuento de la
señora Davis, lo busqué y aquí está, con traducción de Inés Garland:
EL PELO DEL PERRO
“El perro no está más. Lo extrañamos. Cuando suena el timbre,
nadie ladra. Cuando volvemos tarde, no hay nadie esperándonos. Todavía
encontramos sus pelos blancos aquí y allá por toda la casa y en nuestra ropa.
Los recogemos. Deberíamos tirarlos. Pero es lo único que nos queda de él. No
los tiramos. Tenemos una esperanza loca: si recogemos suficientes, vamos a
poder armar el perro otra vez.”
MESA DULCE
Como el calor invernal continuaba, subimos a la terraza para
disfrutar de la mesa dulce que nos proporcionaron Lili y Fabián: húngaras y
croatas, Ferreros Rocheres y Rafaelos bajo un cielo de estrellas. Los manducamos con un reserva Séptima
Obra 2023, también Malbec, que trajo Jonatan. Delicias exclusivas de la
Clínica, jah. Solo el pollo se quedó con ganas de más.
Fabiana leyó su cuento “Amarres”, excelente, al que solo pude agregarle un dibujito. Lili leyó “Primicias”, refiriéndose a la primicia religiosa, que yo desconocía. Finalmente Vicky terminó la velada con su cuento “El águila”, que sigue la tradición de las historias acerca de su padre. Desde acá le recomendamos leer a Soriano; voy a tratar de ubicar algunos de sus mejores nostálgicos relatos, colofones en la Página 12 de algún tiempo atrás.
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