12.5.25

EL ARTE DE NARRAR / MARÍA TERESA ANDRUETTO

 “Un ensayo reciente de la escritora española Irene Vallejo, El infinito en un junco, repasa la historia del libro o más bien de la escritura a lo largo de la humanidad, y nos recuerda que leer es siempre un traslado, un viaje físico y mental, que los libros son un instrumento de defensa contra la fugacidad y el olvido, que las formas de lectura cambian, que el teléfono celular imita las tablas de arcilla y en las pantallas de la computadora los textos se desenroscan como en los rollos de papiro. Dice también que han de haber sido las mujeres las primeras en construir historias porque las metáforas de la escritura tienen todas que ver con labores de mano. En unas y en otras se habla de nudo, enlace y desenlace, puntos, tramas, texturas, cosa que ha llegado hasta nuestros días, cuando en la red Twitter se dice pongo un hilo para hacer referencia al comienzo de un relato… En fin, todo lo que tiene que ver con la costura o el bordado, como bien lo sabe Tununa Mercado, que escribió en su libro Antieros ese texto que se llama Punto final:

la frase sale compuesta, zurcida, resarcidos sus bordes, pero airosa; la máquina sofila, rehíla, rehace, zurce el texto y lo salva del rasguido de la muerte. Si se insiste, si la paciencia no se agota, el horizonte que aparece, como a través de un velo o una celosía, tendrá la cercanía de la letra, entre el renglón y la mirada, quizás mucho más acá, adentro de la pupila o en la yema del dedo o en el plexo.”

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