“Para Dostoievski el pecado nunca
es de un solo pecador, somos todos pecadores: yo puedo creer que no peco, que
no hago el mal, pero mis actitudes o mis ideas o mis actos pueden provocar que
otro sí lo haga. Es una cadena de responsabilidades. Y esta idea, si
reemplazamos la palabra “pecado” por “responsabilidad”, tiene más que ver con
una ética que con una religión y tiene muchísimo peso, porque Dostoievski con
Kierkegaard y Nietzsche van a ser el triángulo de formación de un pensamiento
contemporáneo muy fuerte, que fue el existencialismo: no hay nadie que te diga
si está bien o mal lo que estás haciendo; no existe la comodidad de Dios que te
va a absolver porque te arrepentiste y podés volver a “pecar”, lo que te deja
tranquilo; en la que el perdón de Dios viene a ser la coartada, lo que Sartre
llama “la mala fe”. Parafraseando al existencialismo sartreano: el hombre es un
ser arrojado a la libertad y debe elegir constantemente lo que debe o no debe hacer.
En palabras de Nietzsche: “Dios ha muerto” y no hay premio ni castigo. Sólo
nosotros, asumiendo la dimensión de lo que hacemos.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario