Maurice de Vlaminck fue un alpinista que a fines de los noventa probó suerte en el Tibet. En el campamento más alto del Everest conoció a María Geralda do Fátima Carneiro y se enamoraron. Esa noche hicieron el amor en la carpa de él. Al verla desnuda a la luz del farol, le dijo:
-Juguemos a que tus tetas son el
Monte Fuji y el Monte Análogo.
Maurice subió cuestas, bajó a valles
escondidos, escaló por peligrosas pendientes e hizo cumbre. Todo dentro de su
carpa.
Al día siguiente desapareció en la
subida final.
La semana pasada encontraron su
cuerpo intacto, congelado y con una sonrisa pintada en el rostro.
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