Lo que mustio de mí se ahueca en vos:
dos tristes nadadores de lo hondo.
Me ahogo lejos, en tu vaso. Brindis
de familia que nos sobra en este bar
co hundido. No tomes de la borra no
me añejes: soy tu trago. Puedo llorar
hasta que escurra a flote de la pena
el permiso para salvar, la vida.
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