28.7.17

CALLES / ADOLFO BIOY CASARES

Desconfiad de las calles habituales
Voy caminando desde Santa Fe
hasta Las Heras y a mitad de cuadra,
en Austria, en la calle Austria, ocurre el hecho.
Es de mañana, pero cae la tarde.
Como sumida en un fanal oscuro,
ahora a lo lejos la ciudad se pierde.
Me encuentro en una angosta galería,
avanzo involuntariamente y noto
que el suelo y las paredes y la bóveda
se juntan y que está faltando el aire.
Es horrible la vida, los amigos
van muriendo uno a uno y la hermosura
se oculta con disfraces amarillos.
No puedo más, murmuro, y si no encuentro
algún ingenuo talismán, un nombre,
siquiera el de la calle por donde iba,
si no recuerdo la palabra Austria,
o la certeza, cada día más débil,
de que estar vivo es un milagro espléndido,
nadie me espere, porque ya no vuelvo.

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