11.8.16

JOSEFINA FOTÓGRAFA

"Paso las páginas —un hombre sucio, una mujer obesa, un pegote indescifrable en la cocina— y pienso que, a su modo, Billingham hizo lo que la poeta Sharon Olds también hizo con su padre: contar la descomposición que nos ronda, y hacerlo a través de figuras que encarnan la herencia en su versión trascendente. Si alguna vez nos dieron la vida, con la agonía de nuestros padres empieza el legado de la muerte. En el caso de Olds, contó el desarrollo de un cáncer con una letra incómoda y calibrada, y armó un cuerpo de poemas terribles que luego publicó en su libro El Padre, editado por Bartleby y traducido por otra gran poeta, Mori Ponsowy. Y en el caso de Billingham, el objetivo fue el mismo —contar ese hundimiento— pero la mecánica fue opuesta: en vez de cavilar y reconstruir, Billingham supo disparar siempre en el “instante decisivo”, ese concepto acuñado por Henri Cartier-Bresson para hablar del momento en el que la realidad se quita la armadura y le ofrece el pecho al ojo fotográfico."

Ellas en LA AGENDA.

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