22.8.13

REFERENCIAS ANASAGASTI

1-  Los comercios no son vidrieras desaforadas ni explotan en cartelería: lo primero que asistimos es a la ausencia de marquesinas, ni bien damos la vuelta a la esquina.
2 - Fachada italianizante, de un academicismo sereno, pero dotada de herrería española en los balcones y ventanas, lo que desconcierta un poco. Constructor italiano con esposa gallega.
3- Pintoresquismo puro, de a par. Están construidas por la misma persona, tienen arcos góticos rebajados, con heráldica de leones y bacinetes. La fachada a la pelu de Miguel Romano tiene doble cabezas de armadura: una con la visera apuntando hacia la estación Bulnes, otra apuntando al frente.
4- Ficus ochentosos. A nivel doméstico siguen usándose para balcones y terrazas; en la calle parece que son plaga. Habrá que investigar: acá dan una escala agradable y un verde brillante casi de pintura acrílica, un color que no presenta la arquitectura.
5- El pasaje pierde los estribos y asciende, duplicando en altura al resto de las fachadas. Intervenciones de los setenta bastante horribles, pero que al menos tienen la delicadeza de amoldar sus proporciones al edificio más antiguo. Lo primero que salta a la vista es el achicamiento de las alturas interiores de los departamentos nuevos: el  moderno tiene dos pisos más que el academicista, con el mismo porte. Cosas de la especulación inmobiliaria.
6- Esta casa chorizo debe ser del veinte, pero el crecimiento es posmoderno, propio de los ochenta. El añadido con revestimiento de ladrillitos de máquina y  frontones curvos industrializados, no me deja mentir. El posmo es un chiste que hace juego con los ficus.
7- Barberis, Renzi, Picareu antes, ahora Bence. Todos ingenieros civiles. Componiendo una casa al estilo francés, otra al inglés, con  almohadillados, arcos rebajados en la planta baja, de medio punto en el piano nobile y rectos en mansarda. La inglesa con bow window y buhardilla.
8-  Tarea para cuando visiten Anasagasti: miren la cara de felicidad que tienen las gordas de estos mascarones. Pura sonrisa. Dan ganas de ponerse de novio con las dos.

9- El edificio que hace esquina con Güemes, otro ejemplo afrancesado,  es de Herrera, Agote y Fillol. Así eran los ingenieros de las Academias: sabían de estilo. Me gustan más que los de ahora.

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