“…quien considera la escritura un trabajo es alguien que nunca ha trabajado en sentido reducido (o
alguien para quien los umbrales no tienen consistencia). Pensar sólo puede ser
trabajo para un débil mental. Si no hay esfuerzo físico, no hay trabajo. Siendo
chico conocí a otro chico que era espástico. Me sorprendía mirarlo mientras
intentaba tomar una cucharita para revolver el café. Para él todo era un
trabajo agotador. Pienso en él cada vez que estoy a punto de creer que al
escribir estoy trabajando.”
QUÉ CÓMICO RESULTABA CUANDO ERA UN MUÑECO, Guillermo Piro, Ediciones Godot, Colección Crítica, 2012.
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