Italo Calvino, en “Las ciudades invisibles”, diseñó un
Marco Polo que no sabe dibujar planos y tiene que contarle al Khan cada ciudad
que ha conquistado. Al principio lo hace con gestos, o exhibiéndole objetos que
ha rescatado como trofeos: Polo no habla el mismo idioma del emperador. Al
final del libro, ya ha aprendido, y los relatos se ilustran con abundancia de
detalles literarios.
¿Cómo haríamos nosotros, arquitectos, el relato de un
lugar al que no pudiéramos explayar en dibujos? ¿Cómo sería, si no pudiéramos
hacer un croquis?
Largamos hoy y aquí un concurso de textos de
arquitectura para profesionales de todo el país, con el objeto de que nos
relaten un concepto, un paseo, un edificio, una historia real o de ficción que
tenga que ver o que pase en una ciudad. ¿Qué ciudad? La que quieran. La de
ustedes. La que les haya gustado mucho, de un viaje.
O una inventada.
La libertad para encaminar cada texto es absoluta y
total, solamente estará regida a no haber sido editada antes en papel y a
alguna norma básica de longitud, para que todos puedan participar en
condiciones similares. El texto es el que ustedes crean conveniente: crítico,
divertido, espeluznante, sabrosón, de máxima actualidad o de amor.
Por una vez, los arquitectos deberemos contar lo que
sucede en las ciudades, sin dibujar.
Hay colecciones de libros en premios, y la publicación
en la revista del CPAU y en este blog. Los invitamos a ser los
Marco Polo de la arquitectura. Los Calvino,
digo, perdón.
(Las bases completas, acá.)
(Las bases completas, acá.)
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