El objetivo es vaciar a la Vieja Guimaraes de
actividades, y que el CEC 2012 pueda desarrollarse en los escenarios originales
donde durante siglos se consumó la cultura de la ciudad y de Portugal. Se
buscará que la programación temporaria pueda ser gestionada en los interiores
reales de piedra, y que las actividades colectivas o privadas de sus habitantes
pasen al “cuarto de invitados”.
La cultura activa de Guimaraes, guardada por años en
salas y sótanos, saltará a vivir al pleno espacio urbano.
Las estructuras previstas para la Nueva Guimaraes se
inspiran en tres episodios arquitectónicos de la ciudadela: la cúpula gótica,
el arco ojival y la muralla almenada. Las combinaciones entre estos módulos
construyen espacios abiertos, techados o cerrados. La materialidad de los
módulos es placa, metal y tela, en contraste con la tecnología medieval. El
territorio de su anclaje, las calles y las plazas.
El reemplazo de los programas habituales por los
nuevos programas del CEC 2012 revolucionarán la vida doméstica de Guimaraes.
Sus habitantes, además de mudarse a las calles y experimentar nuevas
sensaciones, demostrarán que pueden ser los mejores anfitriones de Europa. Los happenings, las muestras, las instalaciones serán
ejecutadas en un marco de convivencia basado en la entrega. El mejor anfitrión presta su casa en un verdadero gesto
contemporáneo: la ciudad completa, con su arquitectura, tradiciones y valores cedida a la cultura de un planeta.