ESPACIO PARA LA
MEMORIA
“Los monumentos están vivos mientras se discute sobre ellos.”
Horst Hoheisel
PRIMER COMUNICADO:
“Entraremos al
Cuatro Columnas por una puerta diferente a la que usaron los genocidas.”
Entre víctima y victimario, estamos del lado de la víctima.
Por eso la entrada al Cuatro Columnas no tocará al edificio. Será un ingreso
clandestino y lateral, una especie de intromisión de diseño sobre el estilo
academicista del edificio. Al Cuatro
Columnas hay que ingresar, definitivamente, por abajo. Aprovechamos para tal
evento el sótano de la tira central, cavando además una porción de patio
cubierto, con lo que se consiguen interesantes diferencias de nivel y balconeos.
El diseño de la nueva puerta intenta involucrar a todo el
complejo. Pensamos que, siendo el Cuatro Columnas el emblema de la Ex ESMA,
ingresar al Cuatro Columnas merecería ser la entrada a todo el complejo
urbano. La bandeja subterránea de
entrada nos hace entrar al edificio, pero sobre todo nos introduce en el Patio
de Armas, el corazón mismo de todo el complejo. Entrar al Cuatro Columnas es, desde
ahora, entrar a toda la Ex ESMA.
Este nuevo modo de ingreso nos permite, además, no tocar la
fachada del edificio ni por un momento, dejando su vista inmaculada hacia la
avenida y la ciudad.
SEGUNDO COMUNICADO:
“El Cuatro Columnas
también será denominado Cuatro Lucarnas”
Cuatro lucarnas con forma de paralelepípedo remarcarán desde
la Avenida del Libertador la nueva lateralidad del edificio, enfatizando el
ingreso subterráneo planteado.
Dichos artefactos servirán de referencia urbana, señalando
los espacios de las salas temáticas en la exposición superior.
TERCER COMUNICADO:
“Cambiaremos el eje
de simetría del Cuatro Columnas, de vertical a horizontal”
Para lograrlo utilizaremos un espejo de agua sobre la
fachada. El espejo conseguirá un reflejo parcial de toda la fachada, armando
una simetría de tipo horizontal. Lo horizontal siempre se ha enmarcado en la
historia como algo popular, al lado de la verticalidad militar.
El agua servirá además para desaconsejar cualquier intento
de ingreso por las escaleras anteriores, donde la puerta seguirá estando, ahora
clausurada.
CUARTO COMUNICADO:
“La Plaza de las Armas será utilizada como
Plaza de las Palabras.”
Un orden tipográfico se superpondrá sobre la Plaza de Armas,
sustituyendo balas por palabras.
Como en el concurso de anteproyectos se pide específicamente
la no injerencia en el diseño de espacios ajenos al Cuatro Columnas, la
inscripción de la Plaza de las Palabras dentro de la Plaza de Armas no pasa de
ser un dibujo en el suelo, realizado en solado calcáreo. Dejar el patio vacío,
sin ocupar, es una invitación a que lo llene otra propuesta.
El objetivo es contar una historia, la historia, en este
patio.
“Un relato
múltiple, abierto a la interpretación, promoverá la reflexión y el aprendizaje.
Un relato que incluya diversas voces, pero con un acuerdo de principios
básicos. Un relato que combine el documento, el testimonio y el arte”, Buena
Memoria, Asociación Civil.
QUINTO COMUNICADO:
“El Cuatro Columnas
será ratificado como Monumento urbano.”
En sustancia, ya es un monumento. Por lo que aquí aconteció,
por el pasado. Todos los sistemas de diseños a incorporar a través de este
anteproyecto están destinados a valorizar esta situación.
La idea es pintarlo totalmente de blanco, cambiando sus
tejas por tejas blancas, poniendo vidrios translúcidos del mismo color en
algunas de las ventanas y blackouts
también blancos detrás de los vidrios transparentes. El resultado será tener un
edificio con una cobertura como de azúcar.
Monocromatizar el Cuatro Columnas es convertirlo
definitivamente en un Monumento.
Pasará a ser un edificio congelado, petrificado. Que
aparente ser de un solo material, como el busto de San Martín en una plaza de
barrio. Un edificio albino.
“El Monumento es la
memoria”, Remo Bianchedi.
SEXTO COMUNICADO:
“La reflexión es tan
o más importante que la misma memoria.”
Recordar es un acto de responsabilidad individual, y un acto
de responsabilidad civil. La Ex ESMA es un lugar de restitución. Un pasado
ominoso requiere de la exhibición de objetos e imágenes de la tragedia, del luto.
Objetos que pertenecieron a las víctimas, en los lugares exactos donde
ocurrieron los sucesos. Este es un modo de exhibir la memoria: historicismo y
representación directa. Creemos que es necesario, pero que al mismo tiempo
inmoviliza. Horroriza y excluye, más que llevarnos a pensar.
Hay otro modo de establecer contacto con los sucesos
acontecidos: el arte como forma de diálogo con el horror. La opinión de los
artistas en una participación activa y solidaria. El pensador Hugo Vezzeti
señala que “el pasado ominoso requiere,
para convertirse en una experiencia operante y transmisible, de imágenes y
relatos tanto como de interpretaciones racionales y conceptuales”.
Dividimos la gran sala del programa permanente en dos
partes, relativizándolas a cada uno de estos dos modos de exhibir la memoria.
Las “imágenes, objetos y relatos”,
tan importantes ellos, ubicados en la
tira larga del Cuatro Columnas. Las “interpretaciones
filosóficas y artísticas” (o “racionales
y conceptuales”, como afirma
Vezzeti), en un espacio nuevo, de hormigón y vidrio, armado dentro del patio
cubierto, en una estructura independiente del edificio viejo. Allí también se
encuentran la biblioteca, el bar, las exposiciones transitorias. La
inmaterialidad de estos lugares comunica transparencia desde su construcción.
El núcleo duro, oscuro, mimesis de la resistencia y del
terrorismo de Estado en el Museo, está insertado en el Cuatro Columnas
original.
El núcleo blando, del pensamiento y la expresión, suspendido
en el patio.