"Por el momento, se diría que, tanto en España como en Latinoamérica, los agentes literarios se contentan, por lo general, con captar autores ya perfilados, muchos de los cuales llaman a sus puertas. Su compromiso con ellos consiste en mejorar su caché, y para eso disponen de un recurso excepcional: los premios. Es sabido que los premios literarios convocados con fines comerciales son un rasgo característico del mundo editorial español, exportado luego a Latinoamérica. Su abundante número provee a los agentes de un menú de opciones a la hora de traficar con sus autores y conseguirles adelantos suculentos. Hasta tal punto es así, que cabe establecer cierta relación de causa-efecto entre la existencia de los premios comerciales y la bonanza de tantas agencias que les proveen de sus candidatos ganadores. No cabe dudar, en cualquier caso, de la estrecha connivencia entre las agencias literarias y el corrupto tinglado de los premios comerciales, que en buena medida se sostiene gracias a ellas."
En Perfil.
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