16.11.10

¡Ñ! / JORGELINA NUÑEZ

"¿Percibe una presencia de lo fantástico en lo cotidiano?

Soy de los que no creen en nada, un ateo total que a veces cruza los dedos. Me creo hiperracionalista y, sin embargo... Me doy cuenta cuando percibo que me pasa algo que no alcanzo a definir. La escritura es el lugar en el que siento que se pueden hacer muchas cosas porque te permite una libertad total y donde el recurso de la fantasía no me parece para nada malo. A la vez, la escritura es un espacio casi sagrado, de autoindagación. Me interesa que ocurran sucesos extraordinarios. La literatura siempre te lo permite.

La suspensión de la incredulidad, de la que hablaba Borges.

Exacto. Desde los doce años, tengo algo que contar. Por suerte no sé qué es, porque así lo sigo contando. Tampoco quiero preguntarme demasiado, de ese modo consigo mantener el interés a través del suspenso. Soy incapaz de preciosismo literario, no tengo esa virtud; soy un arquitecto, no un hombre de letras. Por eso entretener me parece una cosa muy importante en la literatura. Los libros que me marcaron, Madame Bovary , por ejemplo, Pastoral americana de Philip Roth, Desgracia de Coetzee o El entenado de Saer , además de provocarme muchas cosas, también me entretuvieron enormemente. A mí me gustaría ser de ese club, ser ese tipo de escritor."

¡Gracias, Jorgelina!

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