La rutina de una vida no rutinaria se modificó de golpe, de pronto se encontró con una tremenda demanda que obligó, a sus mecanismos de defensa, a dejarlo sin voz; él dice que fue “para no morirse de un susto”. La vida sigue y Gustavo tiene “una marca”
Nació en Capital Federal, sus primeros estudios los cursó en diversos colegios primarios terminando el secundario en el Nacional de Morón. La lectura estuvo en su vida desde siempre y también la escritura. ”Siempre me gustó leer, escribir o dibujar. Podía haber elegido Letras, pero por suerte elegí Arquitectura. Digamos que estudié arquitectura para poder ser un escritor”
-¿Cuáles fueron esas primeras lecturas?
-UPA, Cuentos de la selva de Horacio Quiroga, Corazón de Edmundo D´Amicis, Tom Sawyer, Mark Twain, María Elena Walsh, El Libro de la Selva, Hombrecitos, los libros de Enid Blynton, Los Hollyster y el secreto del Fuerte, Crin Blanca, Historias Extraordinarias de Poe, Cuentos de amor, de locura y de muerte, 45 cuentos siniestros (selección hecha por Elvio Gandolfo), los cuentos de Abelardo Castillo, La sueñera de Ana María Shua y todo libro de horror que llegara a mis manos: Robert Bloch, Bradbury, etc.
-Con tanta movilización interna, ¿Hubo acercamiento a la militancia política y/o social?
-No. Estudié bajo el nefasto Proceso; para la clase media del oeste no existía la militancia en ninguna forma. Mi militancia social empieza en Arquitectura de la UBA, Facultad en la que me recibí. En política soy actualmente kirchnerista.
-¿Cuándo comienza a escribir?
-A los doce años.
-¿Qué lo motiva?
-El asombro ante ciertos cuentos, y la percepción ilusionada de que yo podría llegar a producir lo mismo alguna vez. La gallina degollada, El hijo, El almohadón de plumas,
Ligeia, El siguiente en la fila, El ruido del trueno, La pata de mono, son esos cuentos.
-¿Las personas son fuente de inspiración?
-Son fuente de inspiración de personajes, claro.
-¿Escribió sobre alguien que no lo sepa?
-¡Todo el tiempo! Jamás pregunto, porque nadie se dejaría retratar por un escritor. O al menos, por mí. Creo. Yo no me dejaría retratar por nadie. Suficiente con las fotos. Pero nadie puede impedir que robes almas. En el fondo soy un vampiro cruel.
-¿Sus protagonistas son reales?
-Todo lo que escribo es a la vez real y ficticio. El slogan de “El corazón de Doli”, mi única novela que hoy se puede comprar en cualquier librería del país, (las demás están discontinuadas, se consiguen solamente por mail o en Mercado Libre) es “Sólo tiene valor lo auténtico”. El lema de “La otra playa”, la novela que corresponde al premio y se podrá conseguir desde mediado de diciembre, será: “Una historia casi real”.
De prolífera producción literaria donde se destacan: “Playa quemada” (cuentos, Alfaguara, Interzona), “La flor azteca” (novela, Planeta), “Marvin” (cuentos, Alfaguara)
“El amor enfermo” (novela, Alfaguara), “Auschwitz” (novela, Alfaguara, Muchamiesiada Polonia), “Adiós Bob” (cuentos, Klizkowsky Publisher)
“Los Monstruos del Riachuelo” (novela juvenil en colaboración con Ani Shua, Alfaguara), “La fe ciega” (cuentos, Páginas de Espuma, Madrid), “El corazón de Doli”, (novela, El Ateneo).
-Y llegó el premio Clarín 2010. Hábleme de esa novela (La otra playa) ¿Cómo nace?
-Nace a partir de una anécdota que me cuenta una amiga nadadora a la que se le había muerto el padre y lo extrañaba mucho. Y cuando se quedaba flotando, al final del día, en una plancha, se ponía triste y sentía que se hundía en el agua. Que el recuerdo la hundía. La novela en un principio se llamó “La sola voluntad”
-¿Por qué le cambió el título?
-Para que en el concurso pasara aún más desapercibida. Alguna gente sabía de “La sola voluntad”, porque yo la había empezado a repartir para poder hacerle correcciones. Si ese título aparecía entre los seleccionados tal vez se podía correr un rumor, y me gusta ganar con todas las de la ley. Es lindo que una novela valga más que uno, se parece al orgullo que tenemos por nuestros hijos, cuando estos hacen cosas inteligentes o valiosas. Quería recrear ese orgullo real y bien ganado, de algo que surgió de mí y ahora brilla por su cuenta. Eso me hace feliz.
-¿Qué cosas le implica este premio?
-Ahora me conocerá más gente, podré llegar a otros con lo que hago. Siento que se me subió el techo que tuve por años, de unos tres mil lectores por libro. Ese número que parecía imposible de superar, ahora será vencido por primera vez.
-Sin duda cambió su rutina ¿le afecta o se sintió cómodo?
-Como tengo dos actividades y el premio fue muy bien difundido, todo el mundo me quiso saludar. ¡Y con todo el mundo me refiero a la Matrícula completa de Arquitectura y a la mitad de los escritores argentinos! Las primeras 24 hs recibí 570 mails (sin contar el spam), cuando normalmente leo 30 por día. Los siguientes días, entre 100 y 200. Y decenas de llamados y msn. Mi infraestructura colapso. Para no morirme de un susto tuve que quedarme mudo por tres días. Completamente mudo. Algo absurdo: una vez que me ponen los micrófonos cerca, no puedo hablar.
-¿Qué sueña para el futuro?
-Bueno, en mi fuero más interno no ha cambiado nada. Todo el cambio tiene que ver con lo exterior. Pienso seguir leyendo, escribiendo y dibujando como cuando tenía doce años. La marca de mi vida.
Lenny Cáceres en Entrevistar-te.
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