9.4.10

CLAUDIA CASARINO / VESTIDOS



En el siglo XVI los guaraníes de Paraguay ofrecieron sus hijas a los españoles a fin de evitar cualquier tipo de hostilidad. Durante siglos, a Paraguay le valió la fama de "paraíso de Mahoma", por lo extendida que estaba la costumbre de la poligamia. Más tarde, cuando entre 1864 y 1870 el noventa por ciento de la población masculina sucumbió en la guerra de la Triple Alianza, otra vez las mujeres tuvieron que hacerse cargo de los asuntos del país devastado. La artista Claudia Casarino hace un homenaje a estas amazonas que exigieron sus vientres para poblar y repoblar el país. La obra esté expuesta en el Palais de Glace, junto con la escalera de Herrán y la carpita del alemán, en la exposición por el Bicentenario que postié más abajo. Son tres vestidos de Ao Poi -algo así como un algodón suave- con encaje de Ñandutí. Uno de niña, uno de madre, uno de abuela. Los tres vestidos se meten uno adentro de otro como si se cuidaran entre sí, en una figuración de Mamushkas anoréxicas. Ellas, las paraguayas invisibles, viven su vida afuera de los placares: esmirriadas, fantasmales, idas.

Una gran obra de una gran artista. Se puede ver hasta fin de mes en Posadas 1725, con entrada libre y gratuita.

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