Un abismo de silencio nos separa
Yo estoy de un lado del abismo –tú del otro-
No puedo verte ni escucharte –sé que estás ahí-
Suelo llamarte por tu apodo de niño
Y finjo que el eco de mi grito es tu voz.
Cómo podemos franquear el abismo –nunca hablándonos, tocándonos
Antes pensaba que podríamos llenarlo con nuestras lágrimas
Ahora quiero destrozarlo con nuestra risa.
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