Por regresar al domicilio de Carranza y subir en el ascensor santo hasta de redacción de Milanesa para poder seguir ayudando a los escritores desde el Taller de Mística Literaria. El señor de seguridad y Fabián, el encargado, me han mandado a decir que hay gente de letras acampando en los pasillos y en la terraza del edificio. Mi mensaje es: no se desesperen. Volveré. Cualquier urgencia pueden consultar el libro “¿Qué hacer?” de Marcos Aguinis. Él les señalará el camino.
aguante el Lenin argentino, nos ilumine, nos ilumine...
ResponderBorrarA lenin se lo comia franja morada
ResponderBorrarAsí no vale, tus acólitos esperan la imposición de manos.
ResponderBorrar