A-Se suele menospreciar a la literatura de terror, se la toma como una literatura menor, de segundo orden. Ante todo, ¿se considera autor de género? ¿Y qué opina al respecto de ese menosprecio?
El problema principal es que de tanto ver películas y
leer libros de terror ya no me causan el mismo efecto que cuando era chico. El
efecto se gasta y uno se pone condescendiente, le empezás a perdonar todo
porque disfrutás igual haciendo tu viaje a la niñez. Y empezás a ser Clase B, y
empezás a coleccionar, a soñar, a ejercer la Clase B. Entonces te convertís en
un personaje extraño: el amigo de Alien. Por suerte hay muchos de los nuestros
en el mundo, somos un clan (nerd).
De la literatura de terror específicamente me gustan
los clásicos, aunque ya no me incomoden. De Poe me quedo con la etérea Ligeia,
de Lovecraft con El color que cayó del cielo. También me gustan Stephen King,
Neil Gaiman, Richard Matheson y Michael McDowell, en ese orden. Nuestra dama gótica
Mariana Enriquez de la Argentina. Y todo el trabajo que hacen los hermanos
Marcos con Muerde Muertos.
El espectáculo comienza cuando usted llega, Roland
Topor
Dos cuentos pánicos, Fernando Arrabal
Los gemelos, Luis Couperus
El vestido blanco, Felisberto Hernández
La pata de mono, de W. W. Jacobs.
La promesa, Hoichi, el desorejado; Lafcadio Hearn
El prestidigitador, Bonifacio Lastra
El siguiente en la fila, El emisario, La tercera
expedición; Ray Bradbury
El evangelio según Marcos, Jorge Luis Borges
Pedro el congelado, Wilhelm Busch
En las cataratas, Harry Harrison
Más oscuro que tu luz, Marcelo Luján
Atraso justificado, Hernán Rivera Letelier
C-¿Qué elementos considera que debe tener en cuenta un
escritor de género de terror hoy en día? ¿Considera que el género debe
renovarse, ve algún tipo de cambio a futuro?
El verdadero terror del futuro es el avance de la derecha.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario