22.4.20

PANDEMIA


Viajé veinte años al futuro para saber cómo seguía la infección y ya no existo para esa época. Vi la niebla blanca. “Voy a durar menos que mamá”, pensé.
Tardé un día en volver a intentarlo, ahora quince años hacia delante. Tampoco estoy ahí. Corregí a diez, y dejé la máquina funcionando durante la noche. Esta mañana llamé a los de la empresa:
- ¿El sistema está fallando?
- Anda correctamente.
Soy joven. Estoy por escribir “dos” en la casilla de las fechas. Me tiemblan las piernas.

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