ACTO 5
Y se termina todo. “Los traspuntes esperan ahí para soplar las candilejas. Un cuadro breve nomás y esto desenlaza”, dice el perro. Angulo exige que el acto sea largo, está borracho y quiere monologar. “A todo giro en el teatro lo engrasan con un chorro de alcohol. Sin licor que las lubrique un poco, todas las obras seguirían derecho”, sentencia Berganza. Faltan apenas unos minutos para que se apague la luz del final. Hemos asistido a una obra divertida, política y que, además de todo, es autorreferencial con respecto a su propio hacer, al teatro. La vis cómica es cómica, pero no. Hace reír aunque duela.
El genio de Kartun lo hizo de nuevo: acabo de ver otra perfección que lleva su firma.
Cien minutos de puro entretenimiento y sapiencia.
La obra del año."
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