31.12.11

FELIZ FINDE / HUGO CAPELA LABORDE





















Gracias por leerme, por acompañarme, por confiar. Besos y abrazos para todos. Los quiero mucho. Gus.

29.12.11

27.12.11

LA FE CIEGA LIBRO DEL AÑO / ADN

"Ganador en 2010 del premio Clarín de Novela por La otra playa , Gustavo Nielsen publicó este año localmente el volumen de cuentos La fe ciega . Son siete relatos de lectura límpida y fondo espeso, con una inteligente dosificación de la intriga y un registro atentísimo de las inflexiones orales."

¡Gracias, Pedro B. Rey!

Un poco más abajo, en la misma nota en La Nación, mi propia lista: "Era el cielo", "Kryptonita" y "Formas frágiles".

26.12.11

AHORA ESCRIBO EN TÉLAM

Estoy orgulloso de pertenecer a esta gran Agencia de Noticias. Empezamos con un cuento de "La fe ciega" y seguimos con una columna quincenal titulada MILANESA NAPOLITANA.

Nil en alza, justo a fin de año.

22.12.11

¡FELICES FIESTAS PARA VOS TAMBIÉN, UBA!

HERNÁN CARBONEL Y LOS PRIMEROS TEXTOS PUBLICADOS / LA GACETA DE TUCUMÁN

"La primera persona que me publicó un texto en letras de molde fue David Ciechanover. Era un imprentero linotipista de San Antonio de Padua, poeta para más datos. Falleció hace unos años. David dirigía la Revista Oeste, un tabloide mezcla de literatura y barrio que se distribuía a lo largo de la línea Sarmiento del ferrocarril. Yo tenía 13 años y vivía en Castelar. Escribía cuentos desde los nueve. También había escrito una novela que se titulaba El campo, de unas cien hojas manuscritas. Cuando mandaba copias de mis cuentos, las revistas me rebotaban porque advertían mi letra infantil. Esto era lo que yo creía, con un ego a prueba de balas. Mi amigo Fernando Espinosa me recomendó la mecanografía. Le pedí prestada la Olivetti de su mamá. Ciechanover había anunciado un concurso literario. Pasé mi cuento cuidadosamente, con dos dedos. Lo mandé por correo, sin indicar la edad. Fue una sorpresa sacar el primer premio con El guante. Pero más sorpresa fue para ellos cuando me vieron en la premiación: era un gordito retacón. Un niño en un concurso de grandes. El segundo premio tenía unos 30 años; el tercero, 50. El acto se hizo en la Sociedad Fomento de Castelar; fui con mi hermana. A Fer le encantó que le hubiera ganado a todos esos viejos. El premio eran unos libros, un diploma y la publicación. El cuento era de terror: una mano que asesinaba a una mujer. Salió en el número cuatro de la Oeste. Hace poco Fernanda me lo mandó escaneado, y lo volví a leer. No está tan mal. Medio verdón, claro; pero tiene intuición y riesgo. Tal vez algún día lo publique en mi blog Milanesa con papas, como curiosidad. "Intuición y riesgo" son dos virtudes que me gustaría conservar para el futuro. Más que "oficio literario". Mucho más que "seguridad".

La nota completa en el suple tucu tucu.

20.12.11

LA CIUDAD CAPTADA / ETERNAUTAS

Ricardo Watson y los Eternautas se tomaron el laburo de conectar una montaña de escritores con otra de fotógrafos, y cada uno hizo lo que sabe para describir una Buenos Aires que amamos. El proyecto era para un blog, nomás, pero terminó en una función especial de "La noche de las librerías". La repercusión creció a la agencia Télam y a La Nación digital. Y sigue. Watson no lo puede creer. ¿Qué viene ahora: el libro, la expo, la peli? Era obvio que esto iba a explotar, porque es un proyecto divertido, sano, inteligente, que parece no tener fondo. Era elemental, Watson.

19.12.11

MI MELANCHOLIA ENTERA, CON EXTRAS / LAS COSAS QUE ROMPÍ


Fui a la Feria del Libro de Miami a presentar un libro. Había estado antes en esa ciudad, de paso; de chico había cenado una vez en Ocean Drive y me había bañado en el mar de la Beach. Pero ahora me quise quedar una semana para dibujar y sacar fotos en el Art Decó District, después de la mesa redonda que tan amablemente los de la Feria nos armaron al escritor boliviano Rodrigo Hasbrún y a mí. Alquilé un mini departamento por el que me pidieron un seguro, por las dudas de que rompiera algo. Cuando intenté abrir el primer cajón me quedé con la manija en la mano; corrí la cortina del baño y se cayó el barral, intenté colgar una toalla mojada del perchero y se despegó. Inmediatamente supe que iba a tener que pagar por todas esas cosas que ya estaban rotas, y alguien había colocado disimuladamente para no tener que hacerlo. Pensé en llamar al tipo: al barral le faltaban unos topes adhesivos en las puntas, se había sostenido de milagro. También pensé en interpretar correctamente ese milagro del habitante anterior y repetirlo, cuando llegara el día de irme. También pensé en arreglar todo silenciosamente. Se me rompieron más cosas de esas que ya estaban rotas, pero no voy a aburrirlos con una lista.
Una semana es demasiado tiempo para Miami, en alguna sobredosis de pizza de pepperoni uno empieza a creer que tiene que salir urgente a comprar cámaras y tabletas para poder subsistir sin enfermarse. En mitad de un bay site horrendo me dije, sorprendido, qué hago acá. Y salí corriendo para buscar un under que me hiciera creer que en este lugar existe algo parecido a la cultura que a veces se encuentra en Buenos Aires. No físico culturismo, no. Ni amrgaritas, ni mojitos, ni bikinis animal print con zapatos dorados. Algo distinto. Y lo encontré: el Miami Cinematheque dirigido por un americano amigable llamado Dana Keith, con la última de Lars Von Trier y una retrospectiva del finlandés Aki Kaurismäki. Y me acordé de Proa, de la Lugones. Automáticamente cambié el Hawaian Tropic por la oscuridad más absoluta.

EL QUE SE VA SIN PAGAR
El día que vi “Melancholia”, estaba seguro de que no iba a irme del departamento de Miami dejando todo roto. Soy del tipo de personas que con mucha facilidad rompe relaciones, proyectos, sociedades, viajes, carreras, pero nunca o casi nunca departamentos. Soy de los que construyen los hoteles; para demolerlos está Charly García.  O estaba, en otro tiempo.
Pensé que no iba a poder ver “Melancholia” en Buenos Aires, porque escuché que el distribuidor no había querido traerla a causa de las declaraciones Hitler friendly de Trier. Me amargué por muchas razones cuando leí lo que el director había dicho. Incluso por la razón lateral que me llevaría a ver la peli fuera del cine, hurgando en Internet. Ya había visto la anterior así, “Anticristo”, con el horror adicional (la peli es medio de terror) de estar doblada al gallego. Cosas que pasan en la web.
“Melancholia” es una obra resuelta en dos partes. La primera es de esas genialidades a las que el Dogma nos había acostumbrado. Hay una novia que no quiere casarse, hay una boda. Novio y novia entran juntos y tarde a la fastuosa recepción. Parecen felices, pero no. Se irán solos a la mañana, cuando todo acabe. En la misma noche la novia se viste y se desviste, ignora a su prometido, baila, se baña, se garcha un pibe, putea a su jefe, se caga en su hermana y mea en el jardín. Y no se casa. Tiene una razón para todo, pero es mística, o al menos así parece. 
En la segunda parte la chica vuelve a la casa. Está enferma, casi no come ni puede tenerse en pie: la depresión la ha ganado. Al mismo tiempo Lars nos confirma la mística. Un planeta llamado Melancholia viene hacia la Tierra para chocarla y destruirla. La peli se va convirtiendo en una de clase B, hasta terminar con la total desaparición del mundo, con esqueletos quemados a lo “Terminator 2”  y luz cegadora. Se encendió hasta la sala. Trier lo hizo de nuevo, pensé. Hay veces que rompe a los malos, como en  “Dogville”, otras que rompe a la gilada, como en “Los idiotas”, y otras que rompe a los buenos, como en “Bailarina en la Oscuridad”. Pero siempre rompe algo. Rompe a su propio educador en “Cinco Obstrucciones”. A la humanidad en “Melancholia”. Me hizo reír.
A Dana no le dio risa la película. La vio como una metáfora de la melancolía: el que, por autodestruirse, destruye a los que lo rodean. Hablamos de eso a la salida, porque no hay cinemateca en el mundo sin presentaciones amables al principio, ni críticas encendidas a la salida. Le dije que le creería si habláramos de Buñuel, a propósito de un poster sobre “El perro andaluz” que había en una de las paredes. Alguien que puede romperlo todo en “El angel exterminador”, pero salir indemne. Lars von Trier es una máquina del suicidio. Si suspendía el final Billiken un minuto antes, le peli no iba a darle risa a nadie, y el exterminio estaba garantizado en las primeras imágenes, le dije. No tenía por qué hacer esa locura de comic en una peli que es dramática. No tenía por qué comprender a Hitler en público, cuando estoy seguro de que el danés no lo comprende ni en privado. Nadie que no sea un hijo de puta comprende a Hitler, y Lars Von Trier no puede ser un hijo de puta.
En “Anticristo”, le digo a Dana, Trier mantiene una tensión casi imposible de quebrar, salvo por algo que él mismo incluye deliberadamente. En mitad de una película de suspenso, violencia mal, mete una ardilla que habla. Re-Disney. La ardilla dice (en mi versión) algo así como “joder, tío, deste bosque no te sales entero”. No conozco quien no se ría con ese animalito parlante, lo escuchen en danés, en inglés o en gallego. Una putada que rompe todo un clima. ¿No tiene amigos el dinamarqués? No puedo creer que lo haga a propósito, pero no hay otra razón; todo lo demás que muestra es tan bueno que no puede no saber.
Volví a casa enojadísimo con Trier y con Dana. Me dije que Trier, como es católico, es de los que se van sin pagar, o pagando lo que quieren en la manga de la misa del domingo y esperando que igual les llegue el cielo. Los católicos, en realidad, pagan mediante un administrador, el cura. Es un garpe soslayado. Si el cura calculó mal el pago se le grita como al contador cuando se equivoca para mal con los números de la Afip.
Entré al departamento de alquiler y se salió la puerta. Pensé: Lars von Trier hubiera dado una Amex falsa, para irse sin pagar.  Y hubiera destrozado el plasma a patadas.

ROMPE - PAGA
Kaurismäki, en cambio, es un tierno. La trilogía proletaria, que culmina con la joya “La chica de la fábrica de fósforos”, es la misma delicia. Dana proyecta “Lights in the Dusk“. Es una peli de esas de perdedores-ganadores a las que Aki nos tiene acostumbrados. Algo del estilo “El hombre sin pasado”, un poco menos buena. Aquí hay un tipo al que le va cada vez peor, lo cagan a palos, lo echan de los lugares, las minas lo traicionan, lo meten en cana. No puede tener otra conclusión que la peor de las muertes, pero a último momento sabe aceptar a quien lo quiere de veras, y reacciona positivamente al amor. La reacción cubre apenas unos fotogramas finales. Sabemos, también, que en su futuro estará la perra Laika, que él tanto ansiaba. La felicidad hecha cine.
“La chica de la fábrica de fósforos” es la que más me gusta, le digo a Dana. A él también. Porque el personaje no se dulcifica ni se redime, sino que se venga. La venganza transforma a esa chica taradísima en alguien, aunque ahora sea un alguien asesina serial y deba ir presa. La prisión es la que la salva de la chatura: acaba siendo una envenenadora profesional, lo que para la ficción no es poco. Igual a Dana le gustan menos las películas del finlandés que las del danés, lo noto. Las debe encontrar demasiado románticas.
Trier y Kaurismäki son de países del norte. El Trier del principio, el de “Europa”, el de “El elemento del crimen”, cuando todavía pagaba lo que rompía, me digo, era  protestante igual que el finlandés. Se volvió católico cuando dirigió “Contra viento y marea”, al mismo tiempo que se volvía interesantemente sádico. A esa peli, la primera de todas las que me encantan de él, le sobran solamente las campanas del final, pero bueno, eso es el catolicismo recién aprendido. Me imagino que tuvo que leer un catecismo para dar la primera comunión.
El protestante paga por todo lo que rompe. Lutero, el que fundó la Iglesia protestante, odiaba las indulgencias. Las indulgencias son las compras de perdones por cosas que se hicieron o se harán. Lutero decía que no, que por los pecados había que pagar en serio, no con plata, sino con castigos. Con Lutero no se puede zafar. La verdadera moneda es tu alma. Se paga con sufrimiento. Y acá, en esta vida. Los católicos pagarán allá,  a donde después vayan, y mientras tanto vale ser un buen contribuyente. Para un sadomasoquista con guita como Trier, ser católico puede ser tanto más fácil. Y cuando pasa la manga del domingo puede hacerse el que mete una moneda, pero termina tirando una chapita oxidada, o un botón.
Cuando me voy del cine hay un sorteo de una cajita con pelis del finlandés, y me las gano con la entrada. La trilogía proletaria, de la que me falta ver  “Ariel” (“Sombras en el paraíso” es la otra joya que conozco, porque la vi en el San Martín hace unos años). Kaurismäki, lo repito en voz alta, es de los que verdaderamente paga lo que rompe. Me derrito de alegría con mi cajita y, por los comentarios de la gente de Dana, noto que fraguaron el concurso para darle el premio al argentino caliente  que improvisa teorías culturales con la religión. En spanglish del peor. Se ríen (de mí, obvio).
Me acuerdo de cuando era parte del cine club La Cripta, en la que sorteábamos libros, juguetes y videos. El primer día que fui me gané la nave de He-Man (todavía la tengo). Con el tiempo me di cuenta de que los organizadores fraguaban las rifas para fidelizar clientes. Me di cuenta, en realidad, el día en que sortearon un kit con jabón, champú, colonia, espuma de afeitar y Prestobarba. Algo inusual, siempre se rifaban cosas relativas al cine de terror, u objetos fetiches. Esa noche ganó el premio un linyera copado al que le encantaban las películas clase B como a nosotros, pero el verano le acrecentaba los olores.
Al bajar por la Avenida Collins compro un destornillador, un cutter, un pomo de la gotita y un pote de cemento de contacto. Mañana es mi último día en Miami y, entre una bajada al mar y un cambio de grabador (como un boludo compré un Sony digital sin ficha USB -¡con razón era tan barato! -¿pueden creer que todavía se sigan vendiendo estas antiguallas imposibles de conectar a una laptop?), voy a arreglar todo lo roto del departamento.
Aunque no lo haya roto yo, me digo.
Aunque yo sea ateo.

17.12.11

LA INCOMODIDAD DEL CAMBIO / SANDRA RUSSO

"Hoy, que el personaje del año que termina es, para Time, “el manifestante”, somos guantes dados vuelta para el lado de afuera, el lado público. Sabemos ya que la lucha por la felicidad es política, y que se libra con nosotros en las calles. En la incomodidad del frío o el calor, en la incomodidad del grito, en la incomodidad de la movilización. Sabemos, los ciudadanos de muchas edades, muchos colores y muchas inclinaciones políticas que no es quedándonos en nuestras casas y callándonos la boca como conseguiremos un mundo mejor. Y sabemos que ese mundo es posible. Y aunque aquí no hay indignados, sí hay millones de personas dispuestas a la incomodidad del cambio. Porque lo nuevo late, y tiene sentido."

Me emocionaste, Sandri. ¡Besotes y muchas milangas para vos!

16.12.11

LULETA SAFFARANO EXPONE EN EL PERRO VERDE / MAÑANA SÁBADO

MELANCHOLIA / LARS VON TRIER EN RADAR

Escribí una nota larga sobre lo que me pasó en Miami en el aeropuerto de Miami, en un delay de esos que a veces nos someten los aviones de línea. Cuando llegué, se la mandé a Juan Boido por si la quería publicar en RADAR y a él le gustó la parte en la que hablaba de la peli, para pegar a una nota de Gamerro buenísima sobre Melancholia. La de Carlos sale acá , la mía allá.

El lunes, como ejercicio, nomás, publico entera la nota que escribí en el aeropuerto. De cómo rasparle 3000 caracteres con espacios a una de 11.000. ¡Hacete un corte, Nil!

14.12.11

DABUL CULTIVA ESPECIAS

LA FE CIEGA EN REVISTA SIAMESA

"Hay libros que atrapan, muerden y engullen. La fe ciega de Gustavo Nielsen es uno de ellos. Los siete cuentos que lo componen prometen lanzarse sobre el lector. Éste no tendrá otra opción que darles pelea, sentir el vigor de la batalla con historias que, entre la ironía, la violencia y el drama, lo volcarán hacia mundos posibles, cercanos, donde lo que sucede resuena desde un fuera de campo que ingresa suspicaz entre las palabras."

Sigue acá...

8.12.11

LA FE CIEGA EN VEINTITRÉS

"De un buen cuento se dice que, además de atrapar al lector, debe sorprenderlo, sea al principio o al final. Algo de eso propicia en cada uno de sus ingeniosas historias Gustavo Nielsen, nacido en Buenos Aires en 1962. La fe ciega, editado primero en España y luego en la Argentina, incluye relatos imperdibles como “Adiós, Bob” (2006) y otros diametralmente opuestos pero igualmente inciertos –debido al clima que engendran sus distintos personajes– como “El café de los micros”, que supone mucho más que un viaje de trabajo de un hombre con su hijo a bordo de un impecable Valiant rumbo a Necochea."

Sigue en El argentino

7.12.11

SELECIONADO PREMIO OBLOGO HIPOTECARIO / MAXIMILIANO PROVENZANI / STOP

"Reduzca la velocidad. No beba. Mire a ambos lados. Deje de fumar. Desayune. Sea fiel. Rece. Vote con convicción. No falte al trabajo. No mienta. Cómase un asado. Tome fernet. Ahorre. Piense en positivo. Ame a los animales. Disfrute. Tenga un hijo. Sea amable. No moleste. Cepíllese los dientes. Lea el diario. Tenga muchos amigos. No se drogue. Baje por atrás. Crea en algo. Lleve documentos. Déle para adelante. Toque un culo. Lávese las manos. Grite un gol. Sonría. Tenga código. Plante un árbol. Riegue las plantas. Use preservativo. Compre dólares. Cuente chistes. Relájese. No levante la voz. Haga ejercicio. Vea el mar. Salve una ballena. Agrande su combo. Córtese el pelo. No sea grosero. Vaya al médico. Apiádese. Abríguese. Tenga principios. Baile por un sueño. Miéntase un poco todos los días de su mísera existencia, creyendo que se esforzó lo suficiente para tener esta vida hermosa que lleva. Recicle."

Del blog Cuento Chino.

6.12.11

SELECCIONADO PREMIO OBLOGO HIPOTECARIO / FEDERICO SPOLTORE / LA PARED A MIS ESPALDAS

"Podemos ver un muerto en nuestros sueños, pero nunca tocarlo. Estoy en su vieja casa de Banfield, la de los techos altos y las habitaciones grandes, al lado de la que fuera casa de mis padres. Parada desde el viejo living percibo los ruidos y el aroma de su presencia. Si me asomo puedo ver su figura de pie en la cocina: su cuerpo flaco, su pelo gris y el movimiento ínfimo de sus pequeños brazos. Abuela falleció hace 20 años y sin embargo ahí está, lavando los platos. Está de espaldas con su vestido azul floreado y un delantal atado por detrás. Camino por el pasillo que me lleva a ella y a medida que me acerco se realzan los detalles: sus piernas pálidas, su piel fina, las marcas violáceas que delatan la edad de sus várices. Noto que tiembla.
Dicen que existen dos tipos de fantasmas. Los que saben que murieron y los que no. Intento descifrar qué significa su presencia en mi sueño. Todo está tal como lo recuerdo. Detrás de ella se encuentra la mesa, que lleva un mantel manchado de tuco y migas de pan. En la radio se escucha por lo bajo sonar el vals N°2 de Shostakovich.
-Quiero preparar algo de postre pero tengo frío –dice abuela que parece haber notado mi presencia.
Me mantengo callada y sigo caminando para quedar a su lado, girar y verla de frente. Al llegar a la mesada donde está la pileta noto que mi altura es la de otro tiempo. No debo tener más de 15 años. Levanto la vista y veo esos lentes: negros, anchos, con el vidrio verdoso y grueso. Su expresión no dice nada. Me llama la atención el movimiento de sus manos, cada vez que dejan una taza, un cubierto o un plato y buscan el calor del agua, frotándose debajo del chorro.
-No sabés el frío que tengo. Las manos, las tengo heladas –vuelve a insistir.
-Abuela –le digo y me mira por primera vez. Es una mirada vacía, como si estuviese mirando la pared que está a mis espaldas, atravesándome. Estoy a punto hablar pero ni siquiera sé qué decir. No me animo después de todo este tiempo sin verla.
–Te quiero -es lo primero que se me ocurre.
Abuela gira la cabeza y vuelve a meter las manos debajo del chorro de agua.
-Tengo frío -insiste. -Quiero preparar budín de naranjas, pero tengo las manos muy frías. Sentí –y extiende las manos hacia mí.
Podemos ver un muerto en nuestros sueños, pero nunca tocarlo, me recuerdo a mí misma y miro sus manos huesudas, manchadas, temblando.
-Tocame las manos hija, no puedo estar tan fría –dice a punto de llorar.
Considero intentarlo pero me obligo a permanecer quieta. Vuelvo a mirarla a los ojos y creo que es mejor. Me parece entender que ése debe ser el propósito de su aparición. Lo hace para entender algo de lo que todavía no se dio cuenta, me convenzo.
Cierro los puños, los vuelvo a abrir y subo los brazos despacio con las palmas extendidas hacia arriba. Levanto la mirada y veo su expresión de sufrimiento, como si comenzara a entender. Hacemos contacto y el instante se acelera en el vértigo de una revelación. Sus manos están ásperas y callosas. Tiemblan, y se tocan perfectamente con las mías.
Compruebo que sí. Que se puede tocar a un muerto en los sueños. Y la abuela está muerta, pienso, y fría, y tiemblan sus manos. Sus manos que ahora me dicen lo peor; sus manos, más calientes que las mías."
 
Del blog Pantomime World.

4.12.11

SARLO PRESIDENTE / JAVIER CHIABRANDO Y LA PATRIA BIZARRA

"Yo tengo una teoría de por qué fue elegida presidenta. Y para explicarlo tengo que contar una anécdota del show business. Más o menos para la época del mundial de Francia, se empezó a ver y a escuchar a Ricky Martin de manera un tanto hartante. Ricky ya era muy famoso, pero esta movida lo ponía a la altura de Presley, por lo menos. Ese bombardeo desembocó en Ricky cantando la canción del mundial, privilegio que logra por un asunto de alcoba, y no de su alcoba, ayer secreta hoy tapa de medios, sino de la de Luismi, que andaba a los besos con Mariah Carey, ex esposa de Tommy Mottola, entonces líder de la Sony. Para vengarse de Luismi, Tommy Mottola (hoy esposo de Thalía), lo destronó como ídolo de la canción latina y lo reemplazó por Ricky, al que elevó a la altura de ídolo latino recontrasuperinternacional. (Y sí, los sabios rescatamos ideas de cualquier lado). Sarlo entra en esta categoría. No en la del show business, sino en este ejemplo. Mucho pueblo, que antes le era fiel a los Halcones de la Patria Bizarra, ahora andaba besándose con otro, o con el que ellos decían que no había que besarse. Para colmo, se habían quedado sin presidentes por esas cosas de la vida. Los que había tenido (Aguinis, Abraham, Eliaschev, Kovadloff, Sebreli) estaban cascoteados, agotados o envejecidos; o sencillamente no daban el tono adecuado: Abraham es fabricante de medias y eso, quiera uno o no, no ayuda; Aguinis no puede dejar de relacionar cualquier cosa con el nazismo; Sebreli está como Foreman cuando boxeaba a los 50 años ("Cristina tuvo el 54 por ciento, pero Galtieri tenía el 90 por ciento de aprobación"). Sacudiendo la galera, apareció del norte, una solución circunstancial, Vargas Llosa, que ocupó por unos días ese lugar de privilegio, pero seguramente era demasiado caro. Ahí es donde aparece Sarlo como el pase del año. Clarín y La Nación la hacen famosa como Tommy Mottola a Ricky para que sus lectores no se vayan a bailar con alguna cristina o cosas peores."

En Página 12 de Rosario

2.12.11

SELECCIONADO PREMIO OBLOGO HIPOTECARIO / MARCOS PEREYRA / "QUERIDO" NICOLÁS

"-Llevate mi auto – me dijo Inés, antes de caer desmayada por el vodka.
Yo no estaba muy convencida, pero estábamos en Tigre y al día siguiente me tenía que levantar temprano.
El Audi tenía un olor a nuevo que mareaba, y Arjona sonaba con tanta nitidez, que pensé que era al lado mío donde lo estaban matando. Tuve que apagar la radio de un manotazo. Fue Nicolás, el que me enseñó a odiarlo. Quizás la única cosa buena que hizo.
Nicolás fue mi novio, hasta la noche en que lo encontré en bolas con mi hermana. No estoy orgullosa de lo que pasó después, pero creo haberlo superado. Por lo menos, ya no siento tanta rabia, y la violencia que me genera la frase “no pasó nada”, es cada vez menos física.
Flotaba por Lugones sintiéndome Luke Skywalker en el autito ese que vuela, en La Guerra de las Galaxias, cuando un imbécil, de la nada, me tiró una camioneta encima, obligándome a detenerme.
-¡Pelotudo! –le dije, mientras agradecía no haber chocado, lo que hubiera significado seis de mis sueldos en un chapista.
No le debe haber caído bien, porque se bajó con una pistola en la mano. Sus dos amiguitos también estaban armados. Antes de que me hubiera dado cuenta, ya éramos cuatro en el auto.
-¿Cómo te llamás? –me preguntó el que había cantado “copiloto”.
-Mariana, ¿y vos? –no quise hacerme la estúpida, pero me sale naturalmente cuando estoy nerviosa. Y estaba nerviosa.
Por alguna razón no le cayó mal mi respuesta (aunque no me contestó), y empezamos así una rutina que parecían tener más ensayada que disculpa de hombre infiel. Me sentí la actriz invitada en una compañía de actores que llevaban años juntos.
Después de dos cajeros, lo único que me quedaba era la duda de cómo hacer para pagar la Visa, que como un tren se vendría en unos días.
Se sorprendieron de que no tuviera más, pero cuando les expliqué que la hija de papá era la borracha de mi amiga Inés, y no yo, me entendieron. No que les variara lo más mínimo su desesperación por sacarme todo lo que tenía.
-Llevanos a tu casa.
Dudé por primera vez en la noche, y para quien no sepa de qué estoy hablando, es algo así como tratar de elegir entre un tiro en la cabeza, en plena calle, y una violación grupal en tu departamento. Más que cómo, es exactamente eso.
-Tranquila, nena. Somos profesionales.
Lo dijo de una forma tan convincente, y con la pistola tan cerca de mi cabeza, que no me quedó otra que creerle.
Me temblaban tanto las manos, que fue una suerte que fueran caballeros, y decidieran abrir la puerta del departamento ellos mismos.
En segundos cargaron la notebook, máquina de fotos digital, el LCD (era nuevísimo), y hasta los dos mil dólares que con tanto esfuerzo sabía habían sido ahorrados. Y una botella de cerveza que había en la heladera.
-Nena, ahora nos vamos a ir –me dijo el que hablaba siempre, y pensé que la sensación de alivio iba a hacer que me meara encima – Vos te quedás acá media hora. Y después, nuestras caras no las viste nunca. ¿Estamos?
Usé cinco de esos treinta minutos para escribir esta carta, que prolijamente acomodé en la repisa de entrada, antes de dejar el departamento de Nicolás.

"Querido" Nicolás,
Seguís siendo un hijo de puta, y a esta hora debés estar revolcándote con alguna de tus perras por ahí. Lo único que lamento es que no estuvieras acá, para que te fajaran un poco.
Saludos,
Mariana.

Me di cuenta de que en una cosa sí me había equivocado. Todavía tenía rabia. Mucha."

Del blog 2 Teclas.

1.12.11

SELECCIONADO PREMIO OBLOGO HIPOTECARIO / MARTÌN GARDELLA / SUPERPODEROSOS

"– I –
Desde la muerte de Luisa, las calles se cubrieron de cráteres extraños. En la terraza del enorme rascacielos, Superman planea un nuevo salto suicida.

– II –
La historia nos fue contada de manera equivocada: el murciélago gigante se pone el disfraz de Bruce Wayne, y no al revés.

– III –
Retirado de la lucha contra el crimen, el veterano Hombre Araña se dedica al tejido de suéteres de seda.

– IV –
La Academia de Superhéroes es una organización mafiosa. Superman se encarga de convencer a los aspirantes de que podrán volar, y Batman de hacer desaparecer los cuerpos de aquellos que no lo logran.

– V –
– Ahora soy la Mujer Maravilla – exclamó Robin, al salir del quirófano."


Del blog El living sin tiempo.