También llamada “Segundo módulo”: largamos de
nuevo. El curso anterior terminó con todos contentos. Leímos a Cortázar, Onetti,
Felisberto Hernández, Samantha Sweblin, Casciari, Carver, Sergio Gómez, Andrea
Maturana, Martínez, Fogwill. Blaisten, Gandolfo, Fresán, Bradbury, Dahl,
Laurencich, Cheever, Asís. Vamos a repetir a algunos y a agregar a Borges, Bioy
Casares, Castillo, Hecker, Chernov, Fasce, Boccacio, O´Connor, Suárez, Parker, Kipling,
Uarth. Vamos a comer del recetario de Natalia Kiako, cocinera oficial de la
Clínica. Hay ocho anotados, tres que repiten (Fernando, Mariano y Pablo) y
cinco nuevos. Las chicas son Belèn, Vanina e Ivana. Los varones nuevos Daniel y
Fabián. Repetiremos el esquema anterior con cuentos no leídos en la TEMPORADA UNO y agregaremos fotos de las
comidas. El ejercicio, esta vez, arranca ya: escribir un cuento porno (o
erótico, bah) pero que pueda ser publicado en una revista de domingo. Casi casi
un imposible (yo también juego). Escribo este primer post media hora antes de
las veinte horas. Después la sigo.
Terminó la primera reunión. Los cuentos
fueron duramente machistas. Leí como
obra maestra “La fornicación es un pájaro lúgubre”, de Abelardo Castillo.
Cuentazo. Leyeron Vanina un comienzo de cuento que te dejaba en ascuas, pero
después contó por qué lo escribió y vimos que había un cuento, solamente que le
faltaba llevarlo al papel (nada menos, aunque prometió hacerlo). Lo que contó
es precioso. Después leyó Daniel un relato siniestro con un asesino de mujeres
y le demostré el minimalismo que precisaba con una joyita del gran
Carlos Chernov: “Eugenia convertida en obra de arte”. Por suerte para el "Ni una menos" la jornada
terminò con el cuento de Belén, una chica de 21 años con un sorprendente
talento para lo coloquial, en un cuento al que simplemente apoyé con la lectura
de “Gordo” de Carver. Al cuento de Belèn le faltan pequeñísimos detalles para
ser un cuentazo.
Faltó con aviso Fernando, porque era el
cumple de su hijo, pero para la próxima prometió traer su célebre tarta de
jamón y queso por habernos privado de su simpática compañía. Hice de comer
kalinti, tortilla de brócoli y un snack de garbanzos crocantes. La receta de la
tortilla está en el blog de Kiako the cook, las otras en “Cómo como”. Es bueno
que las recetas de una Clínica literaria salgan de un libro. Lo dije.
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